Matt Reeves actualiza The Batman
con registros de neo noir y terror.
A leader, not a cheerleader
Madurez del mito. La construcción narrativa en The Batman (Matt Reeves, 2022) abandona el registro de filmes previos, con énfasis en el arquetipo de un superhéroe por encima de sus posibilidades, capaz de resolver situaciones de riesgo más o menos verosímiles. Un tono sombrío, de neo noir y terror, realista y descarnado, se instala desde las primeras secuencias. La imagen fílmica es granulada; los diálogos parecen machetazos. Los hechos que transcurren en una Gotham City lluviosa durante el 31 de Octubre y hasta el 6 de Noviembre se inspiran en sagas como The Long Halloween, Batman: Year One y Batman: Ego. Por televisión, el Alcalde Donald Mitchell, Jr. (Rupert Penry Jones) debate con la candidata al puesto Bella Reál (Jayme Lawson), quien le asesta: Necesitamos un líder, Mr. Mitchell, no una admiradora. Y alguien que le diga la verdad a la gente. La línea cronológica nos ubica tras los primeros dos años de lucha contra el crimen del hombre murciélago, convertido ya en animal nocturno. Cansado, frágil, depresivo. Ellos creen que me escondo en las sombras, pero yo soy las sombras, reflexiona. Batman es una prueba Rorschach que flota en el viento, con Something in the way de Nirvana. Una mancha de culpa y deber. Que se le reconozca ya entre los delincuentes como Venganza tiene una doble connotación. Sirve para subrayar el temor que inspira entre los débiles y la ironía en el semblante de los mafiosos.
All those cards
Influencias. El Riddler interpretado por Paul Dano le guiña un ojo al Asesino del Zodiaco y otro al John Doe de Se7en. Traza un plan minucioso para desvelar una red corrupta que carcome Gotham City. Crimen, drogas, depravación y terrorismo salen a la luz mientras Batman (Robert Pattinson) y Gordon (Jeffrey Wright) descifran los mensajes que abren la cloaca. Un legado de fraudes y asesinatos donde confluyen el cínico Os, un Pingüino incipiente a cargo de Colin Farrell, la omnipresencia del mafioso Carmine Falcone (John Turturro) y Catwoman (Zoë Kravitz) en estado anarquista. Némesis de Batman, Riddler dirige una cruzada contra la mentira. Sádico al aplicar castigos, sabe cómo transmitir miedo absoluto en el espectador. Su interpretación del Ave María de Schubert pertenece a los momentos más perturbadores de la trama. El plan de acciones y reacciones que activa desde el primer asesinato hasta la apoteosis final es brillante. Elabora mensajes cifrados con tarjetas vintage que Alfred (Andy Serkis) no duda en resolver. Sin rodeos proclama el juicio de los impíos, la caída de Gotham City. El guión coescrito entre Matt Reeves y Peter Craig incluye sutiles juegos de palabras, ambigüedades lingüísticas y expresiones urbanas del argot estadounidense como pencil neck. Deliciosas en todos los sentidos y que le añaden capas de profundidad a los diálogos, ya de por sí directos. Escenas brutales de combate y un fan service moderado hacen lo demás.
Something in the way
Notas finales. Bajo el registro neo noir, The Batman desenvuelve a su propio ritmo una trama de suspenso que incluye niveles de intensidad, claroscuros y crescendos múltiples. Con 2h 56m de duración, puede parecer muy larga para espectadores habituados a cierto cine de superhéroes. No obstante, como en La Liga de la Justicia de Zack Snyder, aquí no hay desperdicio ni fast food. Fábula gótica de animales huérfanos, su atmósfera opresiva y tono nihilista permiten distinguir una vigorosa renovación del bestiario.
Disponible en HBOMax.
23.4.22
the batman_un bestiario de animales huérfanos
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