El aura de Andy Fletcher sobrevuela Memento Mori.
Depeche Mode graba uno de sus mejores álbumes.
Sonido espectral, con voces subterráneas y ecos de épocas remotas. El distintivo sonoro de una banda que se ha metamorfoseado una cantidad de veces ya incontable, y vuelve siempre renovada, parece haber encontrado un modo de resurgir con intensidad. Depeche Mode liberó Memento Mori (2023) en marzo, casi un año después del fallecimiento de Andrew Fletcher. Si bien el título no alude a esta circunstancia, como Dave Gahan comentó en distintas declaraciones, la atmósfera del disco es tan sombría como melódica, fluctúa entre el soul introspectivo y la electrónica experimental, con algunas piezas fantasmales y rítmicas. Tal es el caso de Ghosts Again, primer sencillo cuyo video dirigido por Anton Corbijn en un elegante blanco y negro rinde tributo a El séptimo sello de Bergman con Gahan y Gore jugando un ajedrez metafísico, ensayo de lo irremediable.
Las 12 canciones producidas por James Ford insinúan un recorrido de 40 años capaz de abrirse paso hacia nuevas rutas refrescantes.
El ahora dueto Gahan/Gore se supera. Hay una factura técnica en la ejecución musical impecable. Entre los temas que llevan el sello DM a nuevos horizontes podrían señalarse el opening My Cosmos is Mine, denso y compacto como un agujero negro, la refinada y escéptica Wagging Tongue y el ya mencionado single, cuya letra funge como epitafio y balada. My Favourite Stranger es tensa, turbia como si un Gahan disociado hablase al espejo con su doppelgänger. Always You enumera razones simples, contundentes para aferrarse al ser amado cuando el sentido de la realidad colapsa. Hay un tintura existencialista en cada frase, en los sintetizadores y las capas vocales. Depeche Mode intenta entrenarnos para los funerales y las rupturas. Por último, Speak to Me posee ambigüedad, melancolía, derrota y heroísmo trágico. El cierre perfecto: una elegía.
Memento Mori nos mueve por dentro, en círculos hacia un vórtice, y restaura los frágiles tejidos emocionales que uno intenta cicatrizar.
Han pasado muchos años desde la salida de Ultra (1997), uno de los trabajos más elaborados de la banda, insignia de su madurez musical, y cinco discos después Memento Mori consigue depurar lo accesorio, nutrir una estructura sólida con crudeza electrónica experimental, y lo hace de manera exquisita. Lección de estilo atravesada por una reflexión postpandemia sobre la muerte y el vacío. Gahan había grabado Imposter (2021) con Soulsavers, homenaje íntimo a las canciones que el vocalista admira, entre las cuales se incluye un cover de Always On My Mind. En cuanto a las joyas de anteriores placas, Tempted es perfecta. A estas alturas Depeche Mode no sólo hace música por necesidad creativa, desafiándose en cada proyecto, sino que transforma la materia preexistente en furtivos destellos de vida en la oscuridad cósmica.
Memento Mori (2023) · Depeche Mode · Sony Music