21.8.19

mónica licea_visión de la ira



Editora, poeta y gestora, Mónica Licea nos comparte
una muestra de su poemario Visión de la ira
y varios textos recientes, incluido un adelanto editorial.

Visión de la ira
 
El dolor es el mamífero
más grande
del mundo

su peso
se encuentra al descubierto.

Animal
ad –herido
a la memoria.

*

Volver
            al zumbido negro
            al óxido en la espuma.

Volver
            al fuego de la lengua

            y a los dientes
            y al sexo
            y a la sangre
            y a la asfixia.

*

Un animal me mordió

La calle
un ruedo
donde se me desprendió la carne
y por primera vez
conocí la belleza y la miseria.

Me pregunto:
¿dios es un animal?

*

Perro bueno
muy bien
quieto
callado.

Perro con el hocico
que no termina de reventar.

No.
Abajo.

Perro sucio.

¡No!

Perro ciego
de nostalgia feroz.

¡Quieto!

Perro que se pudre.
Perro que come perro.

Muy bien.
Muerto.
Eso.
Así.


Visión de la ira, Mónica Licea. Sombrario Ediciones, 2017.





Otra adaptación de Allen Ginsberg 

Para los compañeros estudiantes Salomón, Marco y Daniel.
Para todos los desaparecidos.

He visto a las mejores mentes cuerpos espíritus brazos bocas dientes oídos piernas ombligos uñas estómagos intestinos ojos corazones ser destruidos por la violencia y la rabia. Histéricos famélicos llorando por las calles cuerpos de ceniza buscando un amanecer lo suficientemente brillante para entregarse al vuelo y escapar aunque adheridos contra su voluntad no puedan hacer más que forzar a cada parte mutilada a sonreír mientras lentamente se tragan un animal muerto.

Personas desaparecen en mi país en mi ciudad en mi casa cada tres horas cada tres horas el universo es fertilizado con polvo de estrellas rojas cada tres horas nos desintegran nos matan nos convierten en el mejor negocio del mundo somos una cifra rentable la impunidad es rentable ser asesino cifra negra negro el silencioso cáncer de naturalizar el mal. Ojalá nunca el odio te saque la piel hasta hacer visible a todos tus muertos y ojalá nunca empiecen a gritar hasta reventarte los tímpanos ojalá sí al arte no a la violencia ojalá no son tres somos todos ojalá hasta encontrarlos con vida ojalá estén con vida ojalá vengan y me lleven con ellos. Estamos hartos hartos hartos estamos solos solos solos y somos los buenos.

El día de hoy tengo todos mis días tengo todos los años tengo toda una vida tengo toda mi muerte tengo el día de hoy tengo una cara tan larga por la tristeza con una cara tan larga que se despliega como alfombra que levanta murallas de nubes para que vivan los pobres los inocentes los soñadores los suicidas. Somos los buenos no matamos solo incineramos nuestras ganas de trasgredir el límite estamos al límite del mundo debería preguntar el mundo debería detenerse y preguntar ¿qué te duele?

3, 43, 60 mil. La indiferencia es matar dos veces. Una palabra con pasado presente  y futuro. Una regresión un efecto mariposa una palabra que pesa en blanco, negro y rojo. Lo he visto todo y no… No puedo morir en paz.


Dios gato

El gato de mi vecina se pregunta cosas como: ¿por qué no puedo saltar la barda? ¿Por qué tengo que estar viviendo en la barda? ¿Por qué tengo que ver al mundo desde la barda? ¿Por qué no soy la barda?

El gato de mi vecina sueña con pescar sardinas en alguna comuna francesa mientras la luna acaricia sus bigotes y los hace brillar como un sol nocturno.

El gato de mi vecina una vez se cayó por un túnel en donde conoció al gato de Schrödinger, y se dio cuenta de la infinitas opciones de estar vivo y muerto, muerto y vivo, muerto muerto, vivo vivo, medio vivo y medio muerto. Desde entonces el gato de mi vecina se pregunta si ya saltó la barda, si está dormido, si está soñando, si está llorando o si es humano.

Tal como dijo Jack Kerouac cuando vio el cadáver de una nutria en el mar: “Mi nutria ¿Por qué?”, yo pienso en paralelo: “Mi gato ¿Por qué?”.

Estoy demasiado borrosa. Hay un sonido que se enfila hacia los vientos del sur. Mi gato observa la vida, creyéndolo saber todo. Susurro amor en cada poro abierto de la pared que lo sostiene, susurro a esta casa, a este cuerpo. No quiero sentarme, no quiero pararme, no quiero caminar, no quiero respirar, no quiero la ciudad. Quiero subir al alambrado, sentarme en la barda y morir con mi gato.

Hay una batalla en algún lugar que sigue regresando, un terror que duele más que la angustia de la locura, es el dios no nacido de esta noche de luna llena. El universo se invierte bajo mi piel. ¿La Luna tendrá frío cuando recuerda?

Vendrán tiempos mejores, haré una estatua a mi gato, vendrá la eternidad de oro.

Gracias gato, gracias dios gato.


El pájaro*

Esta mañana mi perro me despertó con un pájaro muerto en su hocico.
Lo dejó en mi cama y luego se sentó.
Nos miramos un largo rato.
Tomé al ave entre mis manos,
intenté cerrar sus ojos pero no pude.
Se quedó mirando del otro lado de la ventana, donde el arbusto
                                                                                     reverdecía.
Han pasado dos semanas y su cuerpo sigue endureciéndose
                                                           en un rincón de la casa.

¿Eres tú hermano, el cadáver de este pájaro que no puedo enterrar?

* Del libro en proceso Se nos ha dado el fuego.


Mónica Licea (Guadalajara, México, 1990) es licenciada en Cine Digital por el Centro de Artes Audiovisuales (CAAV). Gestora del proyecto Voces Encendidas: poesía en voz de sus autores (2016-vigente). Editora en la revista literaria Liberoamérica. Ha sido ponente y poeta invitada en la Feria Municipal del Libro de Guadalajara. Textos suyos aparecen en las antologías: Liberoamericanas: 80 poetas contemporáneas (España); así como en las revistas Quimera (España), Diario Co Latino (El Salvador), El Diario de Chiapas, Ek Chapat (Chiapas, Honduras y Nicaragua), entre otras. Ha participado en encuentros de poesía nacionales: Michoacán, Chiapas, Lagos de Moreno y Querétaro. La plaquette Visión de la ira editada por Sombrario Ediciones (2017) es su primera publicación individual. Actualmente trabaja en su primer libro, el cual se publicará en 2020.