5.9.19

scott pilgrim_la vida en modo difícil



A todos nos ha pasado: conoces a una chica, te enamoras de su inusual color de cabello, la invitas a salir, y debes derrotar a sus siete exnovios malvados. Ya saben, lo normal. Reseñamos Scott Pilgrim.
  
Nivel 1: Bienvenido
Los veinte años son una etapa difícil para cualquiera. Llega ese momento en que ya somos considerados adultos pero nuestra experiencia de vida se limita a una confusa adolescencia y una sudorosa pubertad que intentamos ocultar en algún cajón, deseando que jamás regrese. Todos hemos pasado por eso, por lo que no es difícil sentirse identificado con Scott Pilgrim y su pequeña preciosa vida.

Escrita y dibujada por Bryan Lee O’Maley, Scott Pilgrim supo interpretar a la nueva generación de jóvenes adultos del recién estrenado siglo 21. Apoyándose en un pasado común lleno de videojuegos, bandas de rock y amigos, construye una atmósfera que te atrapa, que te lleva a un tiempo más simple, con una Super Nintendo y sentado frente al televisor. Pero la vida no siempre es así, todos crecemos, incluso tú Scott.

Nivel 2: ¿Conoces a una chica con el cabello así?
Scott Pilgrim tiene una vida sencilla y triste. Es el bajista de una banda que no puede despegar de una pobre sala de ensayos, vive mantenido por su roomie, y los recuerdos de su exnovia, Envy, no lo dejan continuar con su vida amorosa. O así era, hasta que una chica aparece, utilizando los sueños de Scott como atajos durante su trabajo como repartidora de Amazon: Ramona Flowers.

La reunión entre ambos es inevitable—principalmente por la obsesión de nuestro protagonista por encontrarla—y, tras una accidentada primera cita, todo parece ir bien, un nuevo comienzo. Sin embargo, el amor de Ramona es vigilado por sus siete exnovios malvados y su líder, el misterioso Gideon Grimes. Ahora Scott deberá enfrentar a la temible liga y, al mismo tiempo, lidiar con los ensayos de su banda, deshacerse de una preparatoriana enamorada perdidamente de él, continuar su romance con Ramona y enfrentar los recuerdos de su pasado que poco a poco regresan a él.
 

Nivel 3: Aliados
Una buena historia necesita algo más que solo un par de enamorados: requiere enemigos y cómplices. El desarrollo de los personajes es cuidadoso; como antagonistas imponentes y a la vez graciosos, los exnovios de Ramona no dejan de ser otras personas con un trasfondo que les hizo convertirse en lo que son. Por otra parte, tenemos a los amigos de Scott, quienes refuerzan esta parte cotidiana y familiar, llena de rituales íntimos como los ensayos de la banda o ir a cenar a algún lugar. Los lazos que unen a cada uno de los personajes son un punto fuerte, detalles que atrapan y que te hacen partícipe de las aventuras que viven, ya sea solos o en compañía.

Al guión y desarrollo de personajes debemos añadir el estilo de dibujo de O’Malley, con claras resonancias del cómic estadounidense y el manga/anime japonés. También encontramos el arte gráfico de los videojuegos y, como resultado, surge una propuesta sencilla que detona la nostalgia en quien observa cada ilustración.
 

Nivel 4: Vida extra
El estilo de Scott Pilgrim es alegre y pesimista. Combina ambos estados de ánimo creando momentos de comedia ácida y absurda que no caen en lo ridículo o simplón, sino que refuerzan una nueva manera de sentir el mundo durante la joven adultez. Referencias como los videojuegos y la música, o simplemente las situaciones que todos vivimos, logran engancharnos. Develan mensajes ocultos.

Sí, es un cómic divertido, una lectura para pasarla bien, pero también posee una sustanciosa carga de significados. Es una historia de amor y de crecimiento, tanto personal como emocional. Cada uno de los personajes cambia radicalmente entre el tomo 1 y el 6. Toman decisiones que modifican su forma de ser, su espacio físico, su identidad, sus deseos.

Scott Pilgrim es la confusión por la que todos transitamos. Ciertamente, no tenemos que pelear con una liga exnovios con superpoderes para salir con alguien, pero sí libramos combates que no siempre vamos a ganar en el primer intento. Podrán pasar años incluso antes de conseguir el ítem necesario para derrotar al que parece ser el jefe final, pero nada nos asegura que la princesa esté en ese castillo, o que el jefe que recién derrotamos sea el último. Solo nos queda la satisfacción de un logro desbloqueado, una medalla conseguida o una mejor armadura, menos golpeada, que nos permita continuar al siguiente mundo.