En la constante búsqueda de videojuegos
que impliquen experiencias más o menos profundas, el gamer podría sentir
atracción por Nihilumbra (BeautiFun Games, 2012). Título de plataformas
en 2-D con un diseño de arte expresionista, el argumento gira en torno a un ser
que surge del vacío, una criatura lóbrega que huye hacia regiones salvajes para
no terminar absorbida por la nada y, a su paso, inevitablemente destruye los ecosistemas
transitados.
Cinco niveles de ambientes tétricos
—por cuenta de Lourdes Nicolich— serán tragados por la oscuridad mientras el
pequeño Born acumula las habilidades suficientes para abrirse paso por el
mundo. La música, de Álvaro Lafuente, es una delicia, y los textos que aparecen
a modo de acotaciones perversas [cortesía de Kevin Cerdà] pueden inducir al
suicidio o a la más aguda reflexión existencialista.
Disponible en IOS, Windows, Linux y Wii
U.
–Christian Núñez