28.10.14

una forma de vida_entrevista con vanessa rivero



El pasado 21 de octubre se inauguró la exposición Tú eres tu casa, yo soy la mía, de Vanessa Rivero en el Museo de la Ciudad de Mérida. La muestra analiza las estructuras familiares, la violencia y el proceso de construcción-destrucción con el símbolo de la casa como leitmotiv. A continuación, reproduzco nuestra charla con Vanessa para conejobelga.
 
contexto
Tengo una obsesión por el ciclo de construcción-destrucción-reconstrucción y en este proyecto lo trabajo reflexionando sobre la casa y las estructuras familiares. Se trata de un tema que desde hace varios años aparece en mi obra, aunque no siempre de manera tan evidente.

Con mi trabajo reflexiono sobre cosas que están pasando en la sociedad, combinadas con reflexiones cotidianas. Por ejemplo, esta exposición parte de una serie de casas rotas y ahogadas que surgieron a partir de la destrucción de varias comunidades del país el año pasado a causa de los huracanes, pero también tiene que ver con algunas temporadas cortas que paso frente al mar y los simbolismos que éstas puedan generarme.

A su vez, la exposición también tiene que ver con el lugar mismo, empiezo con los pisos (las estructuras del edificio donde se lleva a cabo la expo) y termino con las mamparas y las bases (las estructuras que convierten al lugar en museo). Todo ello no hace una referencia directa, ni hay una nota escrita, pero estoy pensando en lo que ocurre en el contexto donde vivo o en general en el país. Son las cosas que me mueven a hacer mi trabajo. Por ejemplo el tema de los estudiantes desaparecidos en México [en referencia a los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero] se conecta y reafirma la idea de tener que incluir un par de salas donde se ven las casas rotas, la destrucción, la bodega, el laberinto, que pueden hacer referencia tanto a la tragedia social, como al inconsciente, a la experiencia familiar.


estructuras
Pienso que las estructuras (sociales, familiares) están rotas y siguen ahí. Se trata de estructuras y patrones que muchas veces repetimos sin que los pensemos, mucho menos con la intención de que se resuelvan o se mejoren. La estructura del museo mismo me permitió reflexionar y hablar de esta idea —por ejemplo, al abordar los pisos que en este caso se construyen en espejo. Fue interesante terminar de entender eso mismo aquí, cuando llegué a este espacio cuyas características físicas y arquitectónicas (pisos, puertas, zoclos, ventanales) me hicieron pensarlo de forma más clara, gráficamente hablando.

De alguna manera fue fácil adaptar lo que estaba haciendo y pensando al lugar, después de entender que lo que tenía que hacer era apropiarme de las estructuras del edificio y del edificio como museo. Bajo esa perspectiva, me interesó hacer una transición del lugar hasta mi trabajo.




 deconstrucción del espacio
Las primeras dos salas son casi absolutamente sobre el museo, sobre la estructura del museo, en las que poco a poco voy insertando los elementos de mi obra. En la primera sala moví un poco el piso de forma sutil. En la segunda, me apropio de manera más agresiva y replico los dibujos de sus mosaicos en las paredes, con ciertos elementos de mi imaginario: cerdos, zopilotes, casas. A la vez, retomo las figuras geométricas del  piso, porque son las que se relacionan más directamente con mi trabajo de geometrías extrañas.

He intentado hacer el recorrido con la máxima fluidez posible mediante variaciones. En la cuarta sala, vemos una casa rota reflejándose, cuyo duplicación es similar a la de los patrones de los mosaicos y, en términos generales, a las estructuras familiares que vamos replicando a través de comportamientos poco positivos.
  
proceso
El proceso es la parte valiosa del trabajo artístico, y no tanto el final. De hecho, me gustaría poder mostrar mis libretas de dibujos aquí; me gusta mucho esta idea de lo inacabado, porque así somos nosotros, y así es la familia, y la vida. Te construyes diariamente.

violencia e idiosincrasia
La sociedad es una suma de estas miles y miles de familias que habitan un lugar, y me parece que las casas son el caldo de cultivo donde desde el interior se genera todo lo que pasa afuera. En realidad, pienso que la vida en sociedad es la réplica de la vida familiar. También creo que la agresividad en Yucatán merece atención, porque es un estado tranquilo, pero adentro de las casas tiende a ser muy violento. 

El yucateco (o tal vez el mexicano) está acostumbrado, quizá por idiosincrasia, a tratar de fregar al otro cada vez que puede. La gente quiere verte la cara. La escuela y el trabajo son espacios muy agresivos. Eso obviamente se cultiva en ambientes familiares. Ahí es donde educamos a la gente. Ahí es donde uno se prepara para salir a la vida y fregarse al otro. Incluso allá mismo es tremenda la violencia, es tremendo el abuso hacia las niñas, el alcoholismo, el suicidio. En Yucatán no matan estudiantes, pero abusan de niñas, y se suicidan otros tantos, y llegan los tipos borrachos a sus casas porque es la forma de ser hombres. Es un Estado de violencia intrafamiliar continua.

Hay una serie de preceptos estúpidos que todo el tiempo se están generando y reafirmando en las familias. Y justo por eso creo que es importante hablar de ellas. Nadie quiere hablar de eso, y a todos les preguntas y todos te dicen que la familia es lo máximo. Nos han enseñado desde la religión, en gran parte, que en la familia tienes que honrar a tu padre y a tu madre, pero hay una cosa gigante y asquerosa de la que no se habla.




 residencia
En esta exposición todo es un poco excesivo, pues en las anteriores había mucha limpieza en cuanto al montaje y las piezas. Pero ahora tanto el espacio como la problemática son excesivos. Por otro lado, pude permanecer en el museo casi mes y medio. Entonces el hecho de estar en el lugar, de vivir el lugar, de afectarlo y dejarme afectar por el lugar es algo que me interesa muchísimo y traté de explotarlo al máximo. Siempre que es posible, aprovecho este tipo de situaciones. En landings traté prácticamente de adaptar todas mis piezas al lugar con las problemáticas específicas del país o el espacio que nos recibía.


política
Tú eres tu casa, yo soy la mía tiene un planteamiento político en el sentido de que estoy abordando algo que afecta la vida cotidiana de la gente. Esta exposición es una primera etapa del proyecto. Quiero generar ciertas dinámicas con el público, que se cuestione y participe en diversas actividades; me interesa el movimiento, lo orgánico, el proceso de desarrollo de los conceptos. En ese sentido, estoy contenta con el resultado.

«Imaginarse un lenguaje es imaginarse una forma de vida» es una frase de Wittgenstein que he escrito en varios cuadernos, y esta vez la he cambiado un poco, pues pienso que imaginarse una casa es imaginarse también una forma de vida.


[Imágenes: Cortesía Vanessa Rivero]
  
Publicado originalmente en Origama [25.10.2014]