Coraza, de Javier Barrera, está integrada por una serie de óleos cuyas texturas evidencian el paso del tiempo, la soledad y la búsqueda incesante del otro.
SOLEDAD
Uno se reinventa al paso de las vivencias. Hay gente que se queda igualita toda su puta vida porque siempre hace lo mismo. Creo que haber conocido la obra de Barceló, Tàpies y el arte oaxaqueño me llevó a retomar la pintura. Coraza surge de un proceso muy introspectivo de organizar una cocina con la materia que se aparta de los procedimientos que había empleado en mis trabajos fotográficos previos, como Mandalas de ciudad. En este caso, quería desarrollar un trabajo pictórico en el que pudiera entrar en contacto con la materia de forma directa. Quería oler a óleo, mancharme las manos y, al mismo tiempo, desarrollar una serie de reflexiones en torno al tema de la soledad y nuestra relación con el otro, partiendo de una lectura personal de El laberinto de la soledad de Octavio Paz.
DIÁLOGO
En nuestro medio me parece que mucha pintura nace ya muerta, porque el artista requiere la interlocución con los demás, el diálogo y a menudo no lo tiene. En cierto modo buscaba una forma de exorcizar estos sentimientos e inquietudes. Si le agarras amor a la coraza y no tienes el valor de volver a enfrentar la vida, te conviertes en una piel inerte que no sirve para nada. Hay que saber acorazarse y al mismo tiempo buscar el exterior.
«Todos los hombres, en algún momento de su vida, se sienten solos; y más: todos los hombres están solos. Vivir es separarnos del que fuimos para internarnos en el que vamos a ser, futuro extraño siempre. La soledad es el fondo último de la condición humana. El hombre es el único ser que se siente solo y el único que es búsqueda del otro.»
Octavio Paz, El laberinto de la soledad
ARMADILLO
A nivel iconográfico el personaje principal de las piezas es un armadillo, un animal que sólo se protege, que no hace otra cosa más que agazaparse y esperar los golpes. Sin embargo este personaje va más allá de eso, ya no quiere estar agazapado y esperando los acontecimientos, sino que va en búsqueda de las cosas y, en este caso, en búsqueda del vuelo. Quiere volar y va al nido a buscar la respuesta, sabe que es imposible, pero en el proceso calma sus ansias, aunque sepa que es una búsqueda estéril.
MANDALAS DE CIUDAD
El tema de esta serie nació a propósito de los ejes de poder en Mérida. Si te fijas, todo el libro está vinculado con la arquitectura del poder: iglesias, espacios gubernamentales y sitios donde se desarrolla el sistema sociopolítico de la urbe. Utilizar una técnica de fotografía polar me permitía presentar la obra en forma de mandalas. Estéticamente se veía muy cuidada, en gran parte debido al formato digital, que permite hacer correcciones a posteriori. No obstante, me parece que con ello perdió cierta esencia de mostrar los centros de poder de la ciudad y reflexionarlos como tales. Yo la veo como una serie de laberintos donde te vas encontrando con espacios que a primera vista no se identifican y requieren una mirada más cuidadosa para poderlos reconocer. El subtexto de Mandalas de ciudad podría ser «¿Quién soy yo en esta ciudad dentro de los grupos de poder?», aunque por su estética el proyecto se trasformó en algo distinto.
UNA PERSONALIDAD PROPIA
Yo no sé qué tanto los artistas visuales sabemos qué va a pasar con nuestra obra. Hay gente que lo tiene más claro, desarrolla sus proyectos con una meta en concreto, y a partir de la última pincelada inicia una labor de difusión, propaganda y comercialización en los contextos convenientes. En mi caso, tras haber concluido un bloque de trabajo, suelo dejar que éste construya su personalidad por sí mismo. Lo que sí sé es que no me gusta trabajar temas cortos—hacer una sola foto, una sola pintura—, sino más bien suelo desarrollar la temática con varias obras porque eso me enriquece como persona y como artista visual.
REINVENTARSE
Invierto mucho en experiencias. Mis procesos son de carácter introspectivo, de mucho cuestionamiento de lo que soy y de lo que estoy haciendo. Y mientras más avanza el tiempo, más me cuestiono qué va a pasar cuando ya no pueda vivir determinadas experiencias. De alguna forma tendré que reinventarme.
TEXTURAS
La realización de Coraza duró 6 meses. Hay procesos en la fotografía que son mucho más rápidos, aunque no por ello menos intensos. Requieren varias horas de edición, reflexión y captura, pero el resultado es mucho más rápido y eficiente. En estos óleos en particular me interesó el aspecto de las texturas: negar la trama de la tela y resolver la superficie a través de accidentes y rugosidades cuya apariencia de antigüedad denotaran lo ya vivido. Cuando vas a pintar con óleo, lo primero que te dicen es: Cuidado con estas mezclas, porque la pintura se te puede craquelar. Yo busqué ese efecto deliberadamente.
PÚBLICOS
Creo que en Yucatán tendrían que administrar en vez de dirigir la cultura y aplicarse en la formación de públicos. Quizá en este sentido haga falta mayor eficacia a la hora de llevar las piezas a diversos puntos del Estado, generando interacción entre el artista, la obra y el espectador, y difundiendo los procesos creativos. Hoy las artes visuales atraviesan por un momento de crecimiento y expansión. Las cosas están mejorando, pero van lentas.
TOUR NACIONAL
Coraza se va a ir a la Ciudad de México y quiero llevarla también a Guadalajara. Paralelamente, me interesa el video para otros proyectos artísticos. Y como te había comentado, estoy impartiendo actualmente las asignaturas de Medios Audiovisuales, Experimentación Audiovisual y Fotografía en la licenciatura de Artes Visuales de la UADY.
Imágenes: Cortesía Javier BarreraSerendipia_óleo sobre tela_80 x 120 cm (2015)La barca de Caronte_óleo y encáustica sobre tela_ 100 x 110 cm (2015)De la serie Mandalas_fotografía digital (2014)En el fuego_óleo sobre madera_80 x 120 cm (2015)La búsqueda_óleo sobre tela_150 x 170 cm (2015)
CONEJOBELGA agradece las facilidades otorgadas por Janet Bremer + Gerardo Gamboa, de Galería La Eskalera, espacio que actualmente exhibe Coraza. La muestra cierra el 30 de Mayo.