Te preparamos un coctel cinéfilo.
Cuídate las espaldas
En CeroCeroCero, Roberto Saviano explica que, tan solo en México, el mercado de la droga genera entre 25,000 y 50,000 millones de dólares al año. Un tema del cual se ocupa la película Gomorra (Matteo Garrone, 2008), basada en su primera novela. Allí vemos cómo la mafia napolitana influye de modo directo en la vida de Ciro, Totó, Roberto y Pasquale. Llama la atención que el propio Saviano ha sido objeto de persecuciones y, a la fecha, requiere un equipo de guardaespaldas para protegerse de los Casalesi por haber revelado sus redes de narcotráfico.
Honra a tu país
Amat Escalante también sabe cómo diluir con ácido la ficción y la realidad. Heli, de 2013, recibió duras críticas en México; incluso fue calificada de traición a la patria. ¿Las razones? Muestra un crudo análisis sobre la relación entre narcotráfico, ejército y gobierno, focalizada en el drama familiar de Estela (Andrea Vergara), una adolescente de 12 años enamorada de Beto (Eduardo Palacios), un muchacho bajo entrenamiento militar. Además, contiene escenas de violencia explícita, como la de un grupo de niños jugando Wii durante un episodio de tortura.
Sumérgete
Enter the void, de Gaspar Noe, se estrenó en 2009 con críticas mixtas, tirando a malas. Carlos Boyero, crítico del diario El País, la describe sintéticamente como “una historia desarrollada en Tokio que va de drogas, reencarnaciones, de continuas referencias a El libro tibetano de los muertos, de viajes astrales, del cordón umbilical entre la vida y la muerte. El problema es que provoca infinito mareo en la vista y el cerebro.” ¿Cuánta psicodelia es capaz de soportar la mente humana, sin aburrirse o sentirse vacía?
Observa con atención
Si hablamos de viajes intensos, A scanner darkly (2006) te volará la cabeza. Philip K. Dick, el autor del libro, poseía un intelecto afilado, casi místico, lleno de paranoia y esquizofrenia. La historia fue adaptada al cine por Richard Linklater, quien fusiona dibujos animados sobre imágenes reales. Veremos cómo un agente encubierto (Keanu Reeves) se abisma bajo el consumo de la Sustancia D, poniendo en riesgo su propia identidad. Incluye un monstruo de cien ojos que le hace guiños al panóptico de Foucault. ¡Sociedades hipervigiladas, uníos!
Y nunca dejes de cantar
Cobain. Montage of heck (Brett Morgen, 2015) tiene a su favor la nostalgia de los héroes caídos y una excelente factura. El ritmo fluye, nos atrapa desde las primeras secuencias. Y, por supuesto, nos describe la fulgurante caída libre de Kurt Cobain desde sus inicios como chico marginal hasta el último disparo. La banda sonora nos dejará fríos con la versión para coro de Smell like teen spirit, de Scala & Kolacny Brothers. Más allá de eso, tenemos enfrente un material destacable, con el sonido macabro de la heroína y las jeringas.