17.7.21

uncharted 4: a thief's end_entre ladrones y asesinos




El título perfecto para llevarte a una isla desierta.




Adrenalina y cinemáticas


Terminé Uncharted 4: A Thief’s End hace unos días, gracias a una suscripción gratuita de PS Plus. En 2020, había concluido la trilogía remasterizada por Bluepoint Games, que me había enganchado lo suficiente durante la primera ola pandémica, bajo encierro pero rodeado de ladrones y asesinos, excelente compañía. 


Nathan Drake es carismático y de buen corazón; representa el ideal aventurero adolescente, las ganas de comerse el mundo a dentelladas. Héroe de historias exóticas en paisajes recónditos, en la cuarta entrega logramos entender cuál es el trasfondo de sus aventuras. La curva narrativa del personaje aporta cierta dimensión psicológica a sus motivaciones. Justo en la búsqueda de Libertalia, la ciudad fundada por el pirata Henry Avery, conoceremos más acerca del pasado de Nate: las relaciones a veces ríspidas con su hermano Samuel, los diarios de su madre, Cassandra Morgan, y otros hilos sueltos de su encantadora identidad. Naughty Dog consigue un título no solo entretenido, sino conmovedor y lleno de giros argumentales arriesgados. Una estructura que debe gran parte de su éxito al talento de Amy Hennig, quien fungió como directora creativa y guionista en los tres primeros títulos de la saga.


Nathan Drake no solo encarna los ideales de un personaje todoterreno, capaz de provocar una sonrisa en medio de las peores catástrofes. Ha sido también el caballo de Troya que le permitió a Naughty Dog crecer como estudio y abrirse paso a la saga The Last Of Us. La madurez se consigue a base de storytelling, gameplay, adrenalina y cinemáticas.

 


Arsenal de octava generación


Allí donde Nathan Drake encuentra un mapa, descubre un patrón oculto, enciende una cerilla, el peligro se recrudece. La sensación de cinematografía pura y dura hace recordar blockbusters hollywoodenses con ecos de Indiana Jones, épocas doradas de acción trepidante reviven a través del Dualshock. En sí mismo, Uncharted 4: A Thief’s End es ya un clásico en el catálogo del PS4 y demuestra los prodigios técnicos de la consola de octava generación. 


No deja de causar cierta nostalgia adentrarse en la isla donde Drake & Compañía—además del hermano perdido, regresan Elena Fisher y Victor Sullivan—enfrentarán de nuevo los obstáculos del entorno, persecuciones en vehículos terrestres y lanchas, sesiones improvisadas de buceo para evitar heridas de bala, sigilo entre la hierba, uso indiscriminado de armas en tiroteos y de sogas en acantilados. Todo lo que hace grande el legado del ladrón posee una pátina de nostalgia. 


Según la crítica, estamos ante la mejor entrega de Uncharted, con un desarrollo espléndido, el mejor apartado gráfico de toda la serie, excelente ritmo de acción y estrategia, diálogos brillantes y un epílogo en las costas de Yucatán que despertará ternura infinita. Para quienes todavía no conocen a la familia Drake, será una sorpresa. 


Fin de ciclo


Como suele ocurrir con los títulos imprescindibles, muchas veces la prueba del tiempo les otorga valor permanente. Ya en su lanzamiento, hacia 2016, Uncharted 4: A Thief’s End fue considerado una de las mejores exclusivas del PS4. Obtuvo calificaciones casi perfectas en medios especializados y, aún a la fecha, mantiene un sabor marítimo delicioso. Larga vida a la saga Uncharted.


Es el título perfecto para llevarte a una isla desierta.