1.8.12

CARLO COLLODI: Pinocho




PINOCHO
Carlo Collodi


Entonces se asomó a la ventana una hermosa niña con los cabellos azul turquesa y la tez como una imagen de cera, los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre el pecho, la cual, sin mover para nada los labios, dijo con una vocecita que parecía llegar de otro mundo:
—En esta casa no hay nadie. Todos han muerto.
—¡Ábreme tú, por lo menos! 

La niña repuso:
—Yo también estoy muerta.
—¿Muerta?, y entonces ¿qué haces ahí en la ventana?
—Estoy esperando el ataúd, para que venga y me lleve.

[Imagen:
Liar, liar, David Seidman]