Adiós a los
padres
For My Parents, el último disco de Mono [Temporary Residence Limited, 2012]
continúa en la línea trazada por sus dos álbumes previos, You Are There [2006]
e Hymn to the Inmmortal Wind [2009]. El shoegaze orquestal de la
banda japonesa es un largo e ininterrumpido lullaby con melodías
arregladas para propiciar ejercicios de introspección cinemática. Desde su
debut —con el potente Under The Pipal Tree [2001], más orientado hacia
el progresivo—, la banda se ha especializado en generar viajes interiores con
emociones puras y anécdotas personales.
Esta vez toca el turno a las relaciones de familia y todo lo que
hay ahí: sonidos, silencios, timbres, respiraciones entrecortadas, alientos y
telón final. La arquitectura sonora del álbum es impecable; no faltará quien
diga que les faltó maldad; en cualquier caso, Mono cumple su cometido de
construir paredes sonoras estruendosas y alternarlas con momentos de apacible
calma. En ese vaivén, los cuatro integrantes articulan un set de 5 temas complejos
en la forma-fondo ensamblados a la perfección.
El video del primer track, Legend: A Journey Through Iceland,
con paisajes de la Tierra de Sigur Rós, posee una belleza extraordinaria,
reparadora en más de un sentido, ya sin la catarsis dolorosa de anteriores
melodías como The Flames Beyond
the Cold Mountain, 16.12, Com (?) o The Battle To Heaven.
Ahora Mono se expresa con estrategias epifánicas que lo mismo hacen recordar el
útero materno, la salida del sol en las montañas o la muerte de nuestros padres.
En ese tránsito de conflictos y resoluciones anidan imágenes que sólo tú puedes
ver/escuchar/sentir.
A menos que ya no estés entre nosotros.
–Christian Núñez