Actualidad de la coca
Roberto Saviano (Nápoles, 1979) documenta obsesivamente el itinerario de la cocaína y sus implicaciones con la economía mundial en CeroCeroCero, una vasta investigación que no deja piedra sin levantar. El ensayo puede leerse como una topología del narco, ya que abarca territorios diversos (América, Europa y África) vinculando a sus figuras principales con los movimientos subterráneos del poder financiero, la corrupción policial y la narcoviolencia. Además interrelaciona sus alianzas, traiciones, intereses y pactos provisionales; describe a las figuras involucradas en la estructura de trabajo detallando sus funciones, y reflexiona en perspectiva aérea sobre los puntos de conexión.Una de las tesis principales del libro plantea que los mercados actuales giran en torno a la cocaína que, mediante el lavado de dinero, sostiene a las instituciones financieras de mayor peso. «Tanto es así que en diciembre de 2009 el entonces responsable de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Antonio Maria Costa, hizo una declaración sorprendente. Había podido comprobar –dijo– que las rentas de las organizaciones criminales habían sido el único capital de inversión líquida del que habían dispuesto algunos bancos para esquivar la quiebra. (….) Sólo las organizaciones criminales parecían tener enormes cantidades de dinero en efectivo para invertir, para blanquear».Un ejemplo a la mano. En México, el cártel de Sinaloa compró un avión DC-9 con dinero blanqueado en uno de los mayores bancos de Estados Unidos: el Wachovia. El 10 de abril de 2006, en Ciudad del Carmen, Campeche, se confiscaron 128 maletas negras de cocaína a bordo de la aeronave, que transportaban cinco toneladas y media de la droga con valor de cien millones de dólares. Saviano reveló los vínculos entre fenómenos que aparentemente no guardan relación alguna: «Así, en México se depositaban millones de dólares en efectivo que a continuación se enviaban mediante transferencias telemáticas a cuentas del Wachovia en Estados Unidos, para comprar títulos o bienes. En numerosas ocasiones los que depositaban el dinero en las casas de cambio eran los mismos cárteles de la droga».La economía criminal se ve fortalecida por la crisis, y esto golpea a las ya inestables democracias. Es un círculo vicioso que involucra a nuestro país de manera especial. Tan sólo aquí, el mercado de la droga genera entre 25,000 y 50,000 millones de dólares anualmente. Saviano rastrea el origen del problema hasta llegar a Félix Gallardo, “El Padrino”, el primero en hacer negocios con el cártel de Colombia en la década de 1980. De este modo, la ruta Colombia-México-Estados Unidos se consolida como uno de los accesos más importantes y los narcos mexicanos dejan de ser transportistas para volverse distribuidores. Nacen así los cárteles administrados por ejecutivos de la droga, y Gallardo le pide a Pablo Escobar que el pago se haga con mercancía: 35% si es cargamento fácil; 50% si es difícil.Enrique “Kiki” Camarena, agente encubierto de la DEA y guardián de Félix Gallardo, era quien se encargaba de hacerla llegar a todos lados. Una labor que pronto cobró víctimas con la destrucción de mil hectáreas de marihuana en El Búfalo, rancho ubicado en Chihuahua, propiedad de Rafael Caro Quintero. El 6 de noviembre de 1984, un ejército de 450 soldados mexicanos incinera las plantaciones. Las pérdidas rondan los 8,000 millones de dólares. Tres meses después, Camarena es secuestrado y sometido a una de las peores torturas documentadas en los archivos del narcotráfico. Y en este punto, Saviano interpreta los hechos de manera no muy optimista: «La historia de Kiki Camarena ya no debería hacer más daño, quizá ni siquiera debería contarse más porque ya es notoria. Una historia desgarradora. Una historia que se creería marginal, acaecida en una franja de tierra ignota e irrelevante. Y sin embargo es fundamental. Desearía decir que es el origen del mundo. Es necesario entender dónde nacen los gemidos del planeta Tierra contemporáneo, sus rotaciones, sus flujos, su sangre, su crueldad, su trayecto primero. Lo que vivimos hoy, la economía que regula nuestras vidas, nuestras opciones, viene determinado en mayor medida por lo que Félix Gallardo “el Padrino” y Pablo Escobar “el Mágico” decidieron e hicieron en los años ochenta que por lo que decidieron e hicieron Reagan y Gorbachov. O al menos yo lo veo así».CeroCeroCero se construye en base a testimonios, un exhaustivo estudio documental y pasajes de transición mediante los cuales Saviano forja una estructura heterogénea y flexible. A diferencia de Gomorra, que despliega el contexto de la mafia italiana, aquí el alcance deja ser local para volverse abierto, una guerra de connotaciones globales. El estilo y las distintas estrategias adoptadas por el periodista italiano crean un efecto de inmediatez y euforia rotundas. ¿Estamos frente a una metamorfosis de las novelas de no-ficción? Al parecer, la ausencia de límites es aquí una palabra clave, toda vez que el autor ejerce pleno dominio de sus recursos y dinamita las categorías. El dato duro y la reflexión pertinente, la crónica y el relato noir, los fragmentos de entrevistas y las estadísticas, equilibran la tensión entre ideas y convicciones. Sin embargo, Saviano más que proponerse un género, entrega una obra polisémica y coral. Ubicua, como su materia de estudio.–Christian Núñez
CeroCeroCero
Roberto Saviano
Traducción de Mario Costa
Anagrama, 2014
Publicado originalmente en Diario La Tempestad [13.05.2014]