12.1.12

visiones contemporáneas en el macay


A partir del 13 de enero, podrás visitar estas muestras en el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán. 

El MACAY inicia el año con propuestas artísticas de vanguardia y recordando a grandes representantes de la plástica nacional a través de retratos únicos.

Álvaro Santiago (Oaxaca, 1953) pertenece a una generación de talentosos artistas oaxaqueños, ha explorado, como pocos artistas, prácticamente todas las expresiones de las artes plásticas: la pintura, el muralismo, el dibujo, el grabado, el arte objeto y la escultura de gran y pequeño formato con los más diversos materiales.

Los entes que plasma Álvaro Santiago son extraídos de su panorama familiar, pero también de la mitología plástica que ha diseñado a lo largo de los años, pues sin duda es poseedor de una iconografía personal, fuera de los estándares de la llamada “Escuela oaxaqueña de pintura”. El artista aparece también como testigo omnipresente de sus propios relatos, como si no quisiera perderse ni un minuto de su propia existencia, ni en la realidad ni en su vasto mundo imaginario.

Segunda Quimera da nombre a su exposición (salas 6 y 7), formada por 33 obras fechadas entre 2002 y 2011. En la obra de Álvaro Santiago se puede apreciar una singularidad: en sus figuras los rostros no tienen rasgos y, sin embargo, resalta su admiración y pasión por los planos volumétricos y cromáticos.

Palle Seiersen (Dinamarca, 1935) de reconocida trayectoria como escultor en papel de tendencia geometrista, da una novedosa vuelta de tuerca en su vasta carrera plástica. Aunque el papel continúa siendo su materia prima, ha elegido la bidimensionalidad y, por vez primera, la utilización de un portentoso papel japonés (kinwashi), el cual luce en su entramado una opulenta manifestación de figuras y trazos, cuya riqueza, toda proporción guardada, podemos considerar barroca.

Palle expone 23 obras bajo el título: Testimonios y Despliegues (sala 1). El artista, quien en 1984 se nacionaliza mexicano, ha sido ganador de la Beca Fullbright. En 2011 es admitido al Sistema Nacional de Creadores de Arte.

Hugo Arquímedes (México, DF.) presenta Suma Escultórica (Pasaje Revolución), integrada por 13 piezas realizadas en metal y terminadas con pátina de óxido y con pintura de esmalte acrílico. Los formatos son diversos, la selección incluye obras desde los tres metros hasta los 41 cm. de altura, lo que incita al observador a jugar con las perspectivas y recrearse con nuevas y distintas facetas de cada volumen.

Las esculturas de Hugo Arquímedes son formas esbeltas, que celebran el dinamismo espacial, no sólo por su naturaleza aerodinámica sino por su prodigiosa manera de evocar lo luminoso del aire.

Arno Avilés (México, DF., 1971) exhibe una muestra que representa su búsqueda e interacción con las artes plásticas en un periodo de aproximadamente 10 años de trabajo. Su obra puede entenderse como un arte clásico, en cuanto a que toma como punto de partida la reflexión y el uso de formas simples, con planteamientos básicos del arte de cualquier época, el círculo, la línea recta, la espiral, la columna.

Vibraciones minerales (salas 11 y 11 bis) es un registro de la exploración de su lenguaje escultórico: la abstracción, lo orgánico y lo figurativo en una cuidadosa selección de 17 esculturas de talla directa en piedra, que supone un reto en sí por su rigor y exigencias.

Miguel A. Cimé (Conkal, Yuc., 1964) en la muestra Niños del camino (sala 2), sin afán de rescate de la tradición ni búsquedas complejas, parece correr una cortina hacia el universo de los niños, los juegos de canicas y de manos enlazadas para formar la rueda, los instantes con dueño en cada microscópico éxito en el juego y en la vida.

El artista estudió dos años con el muralista campechano Sergio Cuevas y cuatro años en la Escuela de Bellas Artes de Yucatán. Cuenta con 85 exposiciones colectivas en Yucatán, Cozumel, Campeche, Veracruz, Tabasco, Puebla y Ciudad de México; además de una decena de exposiciones individuales.

Por otra parte, a través de los retratos de 22 mujeres, Christian Rasmussen (1943, Dinamarca), Gabriel Ramírez (Yucatán, 1938) y Elena Martínez se unen para abordar el tema de la prostitución con la muestra: Las mujeres decentes de la 58. ¡Por nuestros hijos! (salas 4 y 5).

Las mujeres hablan en entrevista con el antropólogo y fotógrafo Christian Rasmussen de su trabajo y de cómo y por qué han decidido practicarlo. Las entrevistas están acompañadas por dibujos de Gabriel Ramírez y bordados de Elena Martínez, quien ha hecho un interesante trabajo con tintes orgánicos y tallado en madera a lo largo de su vida.

Gabriel Marní (Mérida, Yuc., 1966) asimila la naturaleza humana en su corporeidad más intima a través de la exposición: Carne Humana (sala 8 bis), 29 acrílicos sobre papel. Por medio de una técnica que nos recuerda al Rakú japonés, donde el ente “arte” se quema en diferentes momentos, para luego, de un solo golpe fragmentar los óxidos con un baño de agua helada que le da la ansiada textura a sus trabajos.

Marní se ha especializado en pintura, dibujo, gráfica, fotografía y museografía. Desde 1987 ha expuesto de forma conjunta en más de 50 muestras y de manera individual cuenta con casi una decena.

Asimismo, el MACAY presenta a uno de los máximos exponente del retrato fotográfico en México: Rogelio Cuéllar (Ciudad de México, 1950), quien con más de 40 años dedicado a la fotografía ha hecho retratos considerados clásicos de las más importantes figuras de la música, la danza, la literatura, el cine, la poesía y el teatro de nuestro país. El rostro de la plástica 1974-2011 es el título que articula las 100 fotografías (blanco y negro) montadas en las salas 9 y 10 del museo.



Texto + imágenes: Cortesía MACAY