Platicamos con Ariadna Medina y Juan de Dios Rath—productora y director de Murmurante Teatro—sobre Manual de cacería, de Noé Morales, pieza que articula de forma precisa el relato, la experimentación multimedia y la construcción de paisajes objetuales.
gestaciónJuan de Dios Rath (JDR): Manual de Cacería es el segundo proyecto de Murmurante en una línea de teatro no tradicional. El primero fue El viaje inmóvil, una experiencia escénica con Teatro Línea de Sombra donde Jorge Vargas dirigió un laboratorio en el que no había un texto como tal sino una acumulación de material sensible con el que se podía construir un discurso—relatos, videos, música, fotografías. Manual de cacería vino a ser una elaboración en la cual trabajamos con Paulino Dzib, un criminólogo especializado en violencia y conducta criminal que había visto El viaje inmóvil y deseaba colaborar en el proyecto.Ariadna Medina (AM): La intervención con Jorge Vargas fue muy enriquecedora, pues durante su laboratorio vimos nuevas posibilidades de abordar el teatro con otros lenguajes. Manual de cacería era nuestro siguiente paso como proceso de grupo. De hecho, fue consecuencia de El viaje inmóvil, porque al estar trabajando el tema del suicidio y asistir al Programa Integral de Atención al Suicidio (PIAS), vimos que había muchas cosas más de las que podíamos hablar. Así que invitamos a Paulino a las funciones de El viaje inmóvil y, como él realiza todos los estudios de violencia, bullying y suicidio del Gobierno del Estado, desde el principio estuvo dispuesto a trabajar con nosotros. En la medida que decidimos partir de cero en la conformación del texto, él y su equipo de psicólogas empezaron a compartirnos material documental sobre la violencia.
testimoniosAM: El Viaje Inmóvil representó nuestro primer contacto con documentos para desarrollar el tema del suicidio. Teníamos que ir a la raíz del problema y estuvimos trabajando con el Dr. Gaspar Baquedano en el Programa Integral de Atención al Suicidio. Su equipo generosamente nos proporcionó un conjunto de cartas para el desarrollo del proyecto. En todas ellas, siempre hay un dolor muy profundo del cual las personas quieren liberarse.
JDR: La carga de lo testimonial es poderosísima. En un grupo terapéutico se crea un conocimiento colectivo. Muchas de las cosas que las personas cuentan de sí mismas rebotan por todos lados y te das cuenta de tus propias situaciones personales. Uno puede ir científicamente a indagar, pero acabas involucrándote muchísimo.
surAM: Desde el principio, Juan de Dios y yo nos preocupamos por voltear a ver qué sucedía en Yucatán y qué situaciones nos afectaban como personas y artistas. En Tu ternura Molotov tocamos el tema de la clase media alta, los prejuicios de la doble moral y las apariencias desde una perspectiva más clásica y aristotélica. Pero cuando surgió El viaje inmóvil, empezamos a encontrar noticias de suicidios y en las sesiones de PIAS nos dimos cuenta que había una violencia de la cual no se hablaba: muchas mujeres que asisten a este programa sufrieron abuso sexual desde pequeñas. Y dijimos: de esto queremos hablar, de la violencia que se vive en el sur de México.JDR: También era cuestión de darle la vuelta a esta imagen tranquilizadora de que «en Yucatán todo está bien, la gente es muy pacífica». En lo personal, siempre me pareció dudosa. Pese a que tengo raíces locales, me sentía ajeno a varios comportamientos, y empecé a preguntarme porqué había tanto suicidio. Este fenómeno es un síntoma de que hay mucha violencia hacia la propia persona, hacia el interior. Violencia encubierta que no se expresa frontalmente, pero que está latente en todos los contextos, principalmente en la familia a través del abuso sexual, el alcoholismo…AM [interviene]: También hay mucha discriminación hacia la gente de origen maya, y eso detona no sólo el suicidio sino otra clase de conductas agresivas.
umbralJDR: Creo que la violencia en Yucatán es multifactorial. Había una metáfora que usábamos en alguna parte del proceso; decíamos que los tipos de violencia son como los granos en la arena. Son tantos que resultaría imposible dar cuenta de ellos. Pero lo que sí encontramos a través de las conversaciones con los criminólogos y la revisión de diferentes casos y testimonios, es que hay un componente necesario de agresividad en los seres vivos para sobrevivir, lo que conocemos como instinto de supervivencia. Ahora bien, el asunto con la violencia viene de una carga de frustración que necesita ser compensada de alguna manera, la conducta violenta se manifiesta de diversas formas pero existe algo en común a todas ellas, la idea de un umbral, una frontera, un territorio indeciso en el que uno a veces se coloca y no sabría de antemano cómo reaccionar. Uno no puede saber a priori si atacará o va a huir. En numerosos testimonios, las personas que ha cometido algún delito dicen: Es que de pronto vi a la persona ahí muerta bañada en sangre y yo tenía el cuchillo, pero no sé qué pasó.AM: Y no tiene nada que ver si cuentas o no con antecedentes criminales. Puedes ser una persona normal, como el caso del chico al que le hacían bullying y terminó matando al que tenía al lado porque agarró una piedra y le vació el cerebro. Cualquier persona puede estar en esa situación y puede cruzar el umbral. Precisamente, los criminólogos determinan si esta violencia es circunstancial o intencional.
distanciamientoJDR: En los relatos escénicos hay un distanciamiento porque no pretendemos interpretar dicha violencia en escena o representarla miméticamente. Sentimos que es demasiado arbitrario darle un tono realista.AM: Yo no puedo interpretar el dolor de estas personas; sería muy presuntuoso de mi parte decir que soy la mujer suicida. De hecho, en El viaje inmóvil acordamos con Vargas que sería una suicida de ficción y en un momento determinado de la obra se abriría la ventana para decir: Lo que ustedes vieron no es nada comparado con los testimonios reales. Lo mío es una representación.JDR: De modo que recurrimos al microrrelato para contar algo de forma no convencional. Por ejemplo, en algún punto de Manual de cacería María José cuenta a través de su ojo el relato del niño que usó una piedra para matar a su compañero. Lo que vemos es un close-up al ojo de alguien que nos está contando eso, y además nos lo está diciendo en segunda persona, como si le ocurriera a cada uno individualmente. Ella está de espaldas con una cámara y mediante este procedimiento se distancia de la representación mimética, pero es capaz de colocarte ahí para transmitir una ruptura de la realidad.
no-lugarJDR: Manual de cacería transcurre en una especie de no-lugar, un espacio impersonal que podría ser un aula, un laboratorio, un salón de clases. Uno de estos lugares en los que uno está de paso. El que sea de color blanco le da una categoría de portaobjetos, como cuando examinas un organismo en el microscopio. Y a medida que van apareciendo objetos e imprimiendo una huella, el espacio queda marcado; lo que se forma es una especie de paisaje de objetos, que al final se convierte en una escena del crimen. Somos tres actores, cada uno cuenta dos relatos—uno personal y otro de una conducta criminal ya documentada, lo cual permite que se pueda referir un testimonio y al mismo tiempo ponernos en lugar de otro que fue juzgado y condenado por nuestro sistema de justicia. Con ello, señalamos la posibilidad de que tanto el espectador como el actor tienen algo que decir sobre la violencia; no es un problema de criminales y policías, sino una construcción social.AM: Estéticamente, el manejo de los objetos es fundamental porque tratamos de crear metáforas con ellos. No es cualquier objeto el que veremos sobre el escenario, sino el objeto. El manejo de éstos—cómo se van usando, cómo se van presentando, cómo la unión de dos objetos puede dar una tercera lectura—es muy importante. Asimismo, en el momento en el que Manual de cacería cobraba forma, tomábamos un curso de cine con Jorge Prior, y dijimos: Vamos a presentar las historias como un documental.Esta caja impecable se ve intervenida por cada escena del crimen que al final es una sola. Y se hace sutilmente, sin mostrar el tipo de violencia efectista a la que estamos expuestos diariamente en los medios de comunicación.
multimediaJDR: Nos dimos cuenta de que estos medios están presentes por todos lados, se usan de manera sofisticada en varios contextos, pero que en el escénico pueden volverse elementos muy potentes de significación. Eso además les crea otro valor de relación, ya no es el mismo medio usado de la misma forma que en otros contextos, sino que se transforma y contribuye a decir cosas en escena. Y aun así, son los medios que nos acompañan en la vida cotidiana.AM: Para nosotros es muy importante que estos recursos no sobrepasen la presencia actoral, que no sean efectos visuales y que la historia pueda ser contada independientemente de que los usemos o no en escena.
referentesJDR: De entrada podemos mencionar a Jorge Vargas y su equipo Línea de Sombra, entre quienes se encuentra Jesús Hernández, que ha sido nuestro escenógrafo. También están Noé Morales Muñoz, dramaturgo, y Eduardo Bernal, curador de artes con gran capacidad crítica. Los grupos Lagartijas Tiradas Al Sol de Gabino Rodríguez y Luisa Pardo, y Teatro Ojo de Héctor Bourges, así como Rubén Ortiz, son fundamentales. De forma paralela hemos tenido contacto con otros lenguajes y creadores internacionales, como Rimini Protokoll (un teatro totalmente desprovisto de la convención ilusionista) y a nivel latinoamericano con Lola Arias y Mapa Teatro de Colombia.AM: Murmurante no está inventando el hilo negro, pero el contacto con disciplinas como la psicología, la psiquiatría y la antropología no es común en muchas compañías. No estamos casados con una idea, aunque el grupo ya tiene una línea: la del teatro con un fin social. Lo que sigue es fortalecernos como empresa cultural y como un grupo que, además de teatro, hace documentales y cine. En ese sentido nos interesa la capacitación, la preparación y seguir aprendiendo.
Imágenes: Cortesía de Murmurante Teatro
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Murmurante Teatro Producciones actuamente ha sido beneficiado por el Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes 2014-2015 con el proyecto Manual de cacería, estudio escénico sobre la violencia, en gira por ciudades de Campeche y Yucatán.Participan como coinversionistas la Secretaría de Salud de Campeche, el Instituto Interdisciplinario de Psicología Jurídica, S.C.P. y la Secretaría de la Cultura y las Artes de Yucatán, las cuales se han interesado en difundir un mensaje de prevención y reflexión sobre problemáticas sociales como la violencia y el suicidio. Para lograr esto, Murmurante también propone presentar una serie de proyecciones de su documental El viaje inmóvil, estudio en espiral sobre el suicidio.Las funciones comienzan su ciclo en Mérida los días 17 y 18 de enero de 2015 a las 17:00 hrs en la sede de Murmurante Teatro, Calle 9 N. 71 entre Calle 18 y Avenida Líbano, Colonia México Norte. El próximo 21 de febrero de 2015 a las 17:00, en el Auditorio del Instituto Interdisciplinario de Psicología Jurídica S.C.P., se proyectará el documental El viaje inmóvil con la presencia de la productora y el director del mismo para dialogar con la comunidad académica de la Universidad Autónoma de Yucatán. El día 14 de marzo a las 8:30 PM se llevará a cabo una función de Manual de cacería en la Sede Murmurante Teatro.Tanto la obra Manual de cacería como el documental El viaje inmóvil tendrán presentaciones a lo largo del año 2015 en la ciudad de Campeche y municipios de Yucatán.