23.6.19

evangelion_ángeles y demonios (mentales)




El anime de culto llega a Netflix.
¿Están listos nuestros campos AT
para soportar el tercer impacto?

Precious and fragile things
Need special handling
My God what have we done to You?

Depeche Mode

Un ángel anuncia la llegada
El 26 de noviembre de 2018, un video fue publicado en la cuenta oficial de Netflix. Con un tráiler de un minuto con ocho segundos, el líder de las plataformas de streaming anunciaba en redes sociales la llegada de Neon Genesis Evangelion a su catálogo 2019.

Dicha revelación generó gran expectativa, tanto entre los viejos fanáticos que han entregado su devoción a la serie creada por Hideaki Anno y estrenada originalmente en la década de los noventas como a los usuarios menos entendidos que veían cómo el nombre de la producción se filtraba en blogs, pláticas con los amigos y memes, elevando la emoción del estreno al nivel de un acontecimiento digno de presenciar.

La espera ha terminado. El 21 de junio fue la fecha elegida, justo durante las últimas horas de la primavera. Evangelion, la serie original, la película recopilatoria Death and Rebirth y el largometraje de conclusión The End of Evangelion están disponibles para ver en japonés y con doblaje a diferentes idiomas. Todo parece en orden. ¿Pero estamos listos? Esa es la verdadera pregunta.






El primer impacto: Ciencia ficción
Neon Genesis Evangelion apareció por primera vez en octubre de 1995 y finalizó en marzo del año posterior, y con 26 episodios estrenados en ese periodo, generó la polémica y la fama que hasta ahora continúan discutiéndose con fervor. Por eso no debe extrañarnos que el anuncio de su llegada a Netflix sea relevante, y el estreno sirva como excusa para conocer por primera vez este universo distópico, o para revisitarlo tras una larga espera.

Identificar cuál es la sustancia que hace tan especial a NGE es casi tan alucinante como ver de nuevo la serie, ya que es una de esas contadas producciones que juegan, de forma casi manipuladora, con los sentimientos del espectador. Pero vayamos por partes.

En el lado más superficial, y durante los primeros episodios, veremos una historia de ciencia ficción. Shinji Ikari, un adolescente de 14 años, se ve obligado a formar parte del programa Evangelion, un sistema de defensa constituido por mecas del mismo nombre, los cuales tienen la misión de acabar con los ángeles, unas criaturas que buscan destruir Tokio III, el último bastión de la humanidad. Shinji, en compañía de Asuka, una niña prodigio alemana, y Rei, una enigmática chica de pocas palabras, serán los encargados de pilotar los EVA’s para acabar con cada uno de los ángeles que amenazan la ciudad japonesa.

Pero conforme los episodios avanzan, uno va identificando signos, patrones que se repiten, flashbacks del pasado. Las dudas empiezan a surgir: ¿Qué son los ángeles? ¿Quién es Rei? ¿Por qué llora Shinji? Es entonces cuando Evangelion empieza a retirarse la máscara para evidenciar su verdadero rostro, lo que la aparente trama repetitiva de ciencia ficción nos oculta.




El segundo impacto: Lo psicológico
Los personajes van desarrollándose conforme la serie avanza. Conocemos el pasado trágico de Shinji al ser abandonado por su padre tras la muerte de su madre, los traumas sentimentales de Misato, la tutora de Shinji y teniente a cargo del programa Evangelion, la misteriosa presencia de Gendo, el padre de Shinji y director de NERV, y el aura impenetrable de Rei.

La narrativa comienza a tomar tintes más oscuros, examinando aristas emocionales en cada uno de los personajes. El amor propio, la codependencia, el egoísmo. En este ámbito, las siluetas adquieren mayor nitidez y superan su función dentro de la trama de ciencia ficción, ya que cada perfil está perfectamente caracterizado, todos tienen una historia, un trasfondo que deja en evidencia su estructura psicológica. Viven acomplejados, con traumas que han cargado durante años, y que el guión explota de manera ejemplar para crear conexiones entrañables con el espectador.

Y van cayendo cada vez más.

Sus valores morales, su estabilidad psicológica y emocional se ve afectada cuando descubren el secreto de NERV y los EVA´s. Los protagonistas se vuelven víctimas de sus demonios internos, fallan en todo lo que hacen, crean su propia espiral que los corroe hasta convertirlos en la peor versión de sí mismos, inhabilitándolos cuando el desenlace está cada vez más cerca y el oscuro plan de Gendo se devela. El amor es una excusa maravillosa para el fin del mundo.


El tercer impacto: Lo simbólico
Lo simbólico es uno de los elementos más ricos de la serie, y el motivo por el cual me enganché tanto con ella la primera vez. Desde el título podemos encontrar una obvia referencia bíblica. Pero los nodos simbólicos van más allá, con representaciones religiosas cristianas y judías. También son evidentes las alusiones a eventos históricos, así como a la milicia u otras obras literarias y animaciones de ciencia ficción que han sido confirmadas por el mismo autor.

Los símbolos aparecen desde el primer episodio y revelan de manera dosificada el desarrollo de la historia y el fatídico desenlace de los capítulos 25 y 26, los más extraños en cuanto a composición y estructura, ya que nos adentramos en la mente de Shinji mientras busca en sus recuerdos cuál es el verdadero sentido de la vida. En sus memorias fragmentadas, todos los personajes con los que interactuó aparecen para hablar con él, intercambian diálogos crípticos cuyo sentido desconoce hasta que descubre la lección que debe aprender. A través de estos mensajes, de esta especie de conciencia superior, y surfeando entre recuerdos propios y ajenos, se revela la enseñanza, el enigmático final feliz. El apocalipsis debe ser una catástrofe radiante. Al menos para Hideaki Anno.