16.8.13

Dolores póstumos




  Dolores póstumos


Dolores se conforma por 4 madrileños: Teresa Cobo (voz/letras/teclados), Juan Rodríguez (bajo), Pablo Costa (batería) y Tahiche Guillem (guitarras/producción). Disco Póstumo, su álbum debut, empezó a sonar el año pasado en México gracias a Terrícolas Imbéciles, un sello independiente que incluye en su nómina varios nombres conocidos y a grupos de procedencia indie. La cosa está así: los de Dolores tienen influencia del rock à la The Cure, oscurito y melódico, como una carta de amor suicida encontrada en el metro. Son urbanistas de paisajes emocionales contaminados, proyectan caos, desdicha y surrealismo. Tienen la madurez conceptual de un esquizofrénico y compiten con sus propios demonios para subir las montañas de la locura a la velocidad de dos puñetazos en el rostro. Secos y contundentes como el sexo clandestino. Abrumadores. Suenan a punk de la marca Sonic Youth y a malestar post adolescente. Son como esas litografías deslavadas de los 70’s en las que reconocemos a nuestros padres sentimentales pudriéndose a causa de la humedad. La propuesta sonora es ruda como un raspón de rodilla, sanguinolenta y sabe a plomo. Letras atormentadas, de reclamos púrpura, se aparean con duros golpes de baterías obsesivas y riffs humeantes. Son la reencarnación de Juana de Arco en tiempos de pobreza espiritual, hecatombes financieras, paros, marchas, suicidios y futuros nulos. Emocionalmente inestables, transpiran delirio y besos insanos. Disco póstumo es el tour de force que los oídos incrédulos buscan bajo las sábanas, sin preocuparse demasiado por los espíritus malignos. En apenas 35 minutos abren y cierran la sala de operaciones y practican un bypass de supervivencia temeraria. Componen el álbum 10 temas/kamikaze tormentosos, aunque con momentos de rara tranquilidad semitriste, hundimientos de conciencia y agrios avisos post ruptura amorosa. Tienen a su favor un estilo potente, franco y directo, mezcla de Gaspar Noé, Carlos Saura, Luis Buñuel, Álex de la Iglesia y las películas de Bollywood: checad los videos de Cortafuegos, Nicho/Loft y la inefable Volcán. Licúan sus referencias en un electrodoméstico existencialista pop y avanzan en las trincheras del subconsciente como personajes de cine japonés vengativo y rencoroso. Palabras aparte, la propuesta sónica de Dolores cumple un sano propósito mental/espiritual/psicológico de cualquier representante del género humano: el derecho a estar locos, a reírnos de las estrechas murallas racionalistas y a pasar un buen rato. Venga.

–Christian Núñez



Dolores
Disco póstumo
Origami Records/2011 – Terrícolas Imbéciles/2012


Publicado originalmente en Origama [15.02.2013]