15.2.19

lily gonzález_punta de pincel



«Estamos creando una nueva moda de apoyar al talento local y consumir productos hechos a mano.» Platicamos con Lily González, directora de Punta de pincel, proyecto creativo de servicios + productos enfocados en lettering.
 
 
CARIÑO POR LA CALIGRAFÍA
Me gusta mucho contar esto. Yo estudié la licenciatura en Comunicación, pero prácticamente desde muchos años antes he sido fanática del diseño gráfico, y de sus ramas—tipografías, ilustración, etcétera. Además, también me gustan muchísimo las frases y fragmentos de libros, tanto como para colocarlas en cuadros y decorar mi espacio de trabajo. Un día, leí una frase en Internet que me encantó, pero la tipografía no me inspiraba nada, porque era muy seria y la frase muy motivadora. Entonces, me animé a decorarla y comencé a dibujarla a mano. No sabía que había una técnica, solo comencé a dibujarla y me gustó. Posteriormente entré a Pinterest y vi que había muchas imágenes de tipografías hechas a mano, como lo que yo había hecho, fue ahí que descubrí que la técnica se llamaba lettering. Yo no tenía la más mínima idea; pensaba que solo tenía que tomar la pluma y dibujar. Pero no: existía una gama impresionante de información sobre tipografía, caligrafía, lettering, y la distinción entre todas ellas. Me asombré bastante, empecé a investigar todavía más y más y más, y obviamente me empecé a obsesionar con esa técnica. Adquirí varios plumones, compré plumillas, estilógrafos, yo quería saber cada vez más de lettering. Comencé a practicar muchísimo con estos materiales, en especial con un tipo de plumón que se llama punta de pincel—las cerdas son un poquito más suaves: me encantaba cómo quedaba la caligrafía—y me encariñé muchísimo con esos plumones.

Obviamente, de ahí viene el nombre.


PUNTA DE PINCEL
Por mucho tiempo me dediqué a practicar lettering en mis libretas, hasta que un día abrió la heladería Santa Clara en Plaza Galerías, y vi que tenían un pizarrón que me llamó mucho la atención. Sabía que se podía hacer lettering en el pizarrón, aunque no sabía muy bien cómo hacerlo. Me acerqué al gerente, le comenté lo que hacía y le convenció. Llevé mi libreta al día siguiente, vio mis dibujos y dijo: Me encanta. Por favor, ven y dibuja algo.

Todavía me da risa pensar en lo que cobré, pero se trataba del primer trabajo en lettering para una cadena de helados. Allí nació el primer servicio de Punta de pincel: rotulación en pizarrón [chalk lettering]. A raíz de eso, vi que sí se puede, vi que había un target muy importante—el área de restaurantes y cafeterías—que no conocía. Abrí mi cuenta de Instagram. Así comenzó oficialmente Punta de pincel hace tres años. No quería llamarlo Lily Diseños o algo relacionado con mi nombre o conmigo, pues no quería ser el centro de todo. Entonces pensé en algo que representara el cariño por la caligrafía y el lettering.


SEMBRAR & CRECER
Creo que siempre me he considerado una persona muy aventada. Soy alguien que prefiere animarse a hacer algo y aunque no lo sepa hacer muy bien, saber que me atreví a hacerlo... y lo logré. Me gusta retarme a mí misma.

El primer punto fue determinar qué quería hacer con Punta de pincel. Si sería un proyecto personal, o algo un poquito más comercial, de qué manera quería llevarlo, y sentarme a pensar cuál sería mi objetivo principal. En segundo lugar, definitivamente enfocarme en una sola cosa. Mi gran problema y mi mayor obstáculo en el momento de emprender fue decidir si quería emprender o quería trabajar en un lugar fijo, con mis prestaciones o con algo típico, ¿no? Como cuando terminas la carrera y quieres ser empleado. Lo más difícil fue eso. Saber equilibrar lo que yo quería: si emprender, asumiendo las consecuencias, o trabajar como empleada, sabiendo que mi proyecto quedaría atrás. Actualmente sí trabajo en una empresa, pero no he dejado Punta de pincel. Me pesa muchísimo pausar este proyecto. Creo que no hay mejor crecimiento que crecer con algo que tú fuiste sembrando.

Otro de los desafíos es aprender a administrar. Uno de los retos más grandes de las personas que nos dedicamos a crear, diseñar o ser muy creativos es el área administrativa, como las cuentas y la gestión. No me considero experta en presupuestos; actualmente, Abigail me apoya con la parte administrativa cuando mis manos están muy ocupadas haciendo rotulaciones. Ese fue otro desafío: ser flexible en reconocer que alguien tiene que ayudarte.


DETERMINACIÓN
Considero que es un buen momento para emprender, si hablamos de oportunidades, apoyo de las instituciones enfocadas a impulsar proyectos—desde la etapa inicial hasta la final—y creo que cada vez surgen más oportunidades. Sin embargo, es necesario que nos comprometamos a llevarlo a cabo. Como te mencionaba antes, creo que lo más complicado es ser determinante y decir: Sí me quiero aventar a emprender. Van a haber momentos de austeridad. Van a haber momentos en los que pienses que tu proyecto ni siquiera está avanzando y te encuentras estancado. Es una cosa muy complicada; se necesita muchísima paciencia, pero mientras mejor fijes tus objetivos, más aprovecharás las oportunidades de las instituciones e incubadoras de proyectos. En lo personal, fui aprendiendo por mi cuenta y por asesoría de varios maestros que me motivaron todavía más a realizar y llevar a cabo Punta de pincel como una empresa/negocio.

En general, creo que es un muy buen momento para emprender, pero se necesita tener ganas, determinación y, sobre todo, paciencia.







SERVICIOS
Los servicios que ofrezco principalmente son tres: el primero es el servicio de rotulación en pizarrón o chalk lettering. El segundo es el servicio de rotulación en cristal, que consiste en ilustración y lettering en contornos, porque es muy complicado hacer algo con relleno en cristal. El tercer servicio es lettering en madera, y este surgió a raíz de que varios restaurantes me pedían letreros sobre dicho soporte. Le tenía un montón de miedo a la pintura; estaba acostumbrada a trabajar en pizarrón, donde te puedes equivocar, lo borras y no pasó nada. Y pasarme a pintura fue algo muy difícil porque adaptarme a los pinceles, adaptarme a que el error ahí se va a quedar, fue muy frustrante. Pero me fui adaptando.

En cuanto productos, empezaron a surgir porque deseaba llegar a otro tipo de público. No quería quedarme solamente en los servicios de rotulación. Quería tener algo extra para complementar Punta de pincel. Cada temporada fuerte—Navidad, Día del Amor y la Amistad y Día de las Madres—sale un producto de edición especial. Son colecciones, y no se repiten. Es complicado. Cada año debo pensar qué voy a hacer, y fijar los precios. Siempre es un momento de mucho estrés pero, afortunadamente, con los productos nos ha ido bastante bien. Suelen ser artesanales; están hechos a mano, en la medida de lo posible. En la Navidad pasada, por ejemplo, vendimos unas esferas de cristal hechas por artesanos en la Ciudad de México. Para el Día de San Valentín, fue un álbum de fotos. En el Día de las Madres, la colección se relacionó con el tema de la naturaleza muerta y unos cuadros.

Trato de tener más creatividad en cada temporada [risas].


HECHO A MANO
Definitivamente, nuestro diferencial es lo artesanal y lo personalizado. Año tras año, cliente por cliente y servicio tras servicio, me di cuenta que en Punta de pincel no solo nos llamas para pedir servicios de rotulación, sino que realmente vives una experiencia. Voy con los clientes, me platican qué quieren, se hace un brief creativo y con base en ello realizo un boceto único y personalizado. Mural que hay en un restaurante, mural que no se repite. No vuelve a haber otro similar. Siempre ha sido de esa manera. Eso es lo que más le llama la atención al cliente. Que el servicio es algo único, es algo para ti, y personalizado en su totalidad.

En cuanto a los productos, también son artesanales y personalizados. Un producto de Punta de pincel ha sido hecho a mano, emplea un lettering característico y ciertas tipografías elegidas de forma cuidadosa para cada público.


TARGET + TONO
El target principal son restaurantes, cafeterías y negocios. Estos establecimientos requieren que se cambie un letrero cada determinado tiempo. Actualmente, estoy promoviendo una suscripción mensual para hacer rotulaciones en pizarrones pequeños y cubrir estas necesidades. El target secundario es el de los jóvenes entre 15 y 30 años que compran nuestros productos de temporada—regalos, básicamente.

El tono de la comunicación es bastante amigable y cálido, sobre todo en cuanto a los productos. Con los servicios, debido a que tratamos con intermediarios, suele ser un poco frío. Aun así, tratamos de hacer sentir al cliente que nuestro servicio es totalmente personalizado y la experiencia es íntegra. Abarca desde el boceto con las ideas del cliente hasta el mural finalizado.


A MEDIANO PLAZO
En términos comerciales, nuestro objetivo es implementar más servicios. Por ejemplo, los eventos sociales, que es un target muy importante y puede traer muchos beneficios para Punta de pincel. También me interesa dar cursos básicos de lettering, compartir con los demás lo asombroso que es, así como la manera en la que el dibujar letras nos puede servir como método de relajación, es por ello que también me gustaría ofrecer cursos en organizaciones e instituciones dedicadas a la salud mental, que nuestro taller sirva como una terapia.

Mucha gente está dándole más valor al trabajo artesanal, estamos creando una nueva moda de apoyar al talento local y consumir productos hechos a mano. Es impresionante la cantidad de gente que ahora prefiere comprarle al que tiene un negocio pequeño, que acudir a grandes cadenas. Continuemos así, creando una cultura de apoyo a nuestra propia sociedad.

CONTACTO






 Lily González I Punta de pincel
Edición de textos Christian Núñez
Imágenes Cortesía Punta de pincel