1. La soledad del cuerpo. Su
vergüenza y degradación. En él habitan los sentidos y con ellos se vive el
amor. El amor es como una hoja afiladísima que hiere al cuerpo, lo desdeña.
En los trece cuentos que
conforman En todos los sentidos, como el
amor, Simona Vinci nos presenta la voz de personajes que aman. Alejada de
una postura moralista, la autora nos habla del amor que existe en la
apreciación de un cadáver, en el incesto, en el suicidio, en prácticas que nos
negamos a ver como sinónimos de belleza. Habla de las pasiones de la piel. No
se inmuta, sus letras caminan sin miedo.
2. El cuerpo conduce a la
inmersión, es el guía y el objeto donde se desarrolla cada historia. Para
hablar del amor se habla del cuerpo y viceversa. En la esfericidad del libro,
no pueden prescindir uno del otro.
“La extraña dirección
que adopta el amor algunos días”—frase de Agosto
negro, primer cuento del libro—es una de las tantas que proponen una
descripción única. “El amor es una solución atmosférica, es potasio y yodo, es
delirio” o “el amor sin sentido es un vértigo” son otro par de momentáneas
definiciones. Pero el propio texto responde que no hay una sola forma de
erotismo. Cada personaje lo vive de modo diferente y lo lleva al precipicio de
sus propios límites.
3. Escribe la autora italiana:
“no conozco definiciones del amor, no conozco ninguna forma de detectarlo con
seguridad. Al amor nos acercamos con símiles, puesto que no poseemos una
fisonomía clara de él. He intentado salir de mí misma para atisbar la verdad de
los otros. He intentado sentir las obsesiones que nos acompañan en los tiempos
que vivimos y en el fondo de todas, o casi, he encontrado el cuerpo. El cuerpo,
residuo último de la vitalidad y de la posesión; todos tenemos un cuerpo,
quizás el único poder que nos queda. Cuando ya no queda nada sobre lo que
actuar, siempre queda el cuerpo.”
La narrativa de Vinci
sobresale por la construcción de ambientes. El olor de un hospital, las paredes
de una casa, los ingredientes de una sopa, son elementos simultáneos a la
sensación de los personajes. El color ocre surge de manera fresca y luminosa, nivela
las percepciones amargas que pueden generar las historias. Como una forma de
decir: esto también es belleza, es amor.