octubre 17, 2016

joan duran_captions from hurricane zone



aterrizamos en MID51, centro operativo de joan duran, para charlar sobre su nuevo libro editado en CHINA
 
para los chinos la computadora es algo atrasado, neandertal. tenemos fotos en el metro de BEIJING, donde todos están con su puto celular. ni te miran. uno está dormido con el teléfono en la mano, la otra está mirando a la nada. tomamos 45 mil fotos en números redondos, entre MOI MOI y yo.  

hace unos días, por cierto, se publicó un artículo—síntesis de una larga conversación sobre el libro y la exposición—en una página web china que chulea un promedio diario de cien millones de clics. el dueño de la editorial es además un artista/calígrafo/escritor y está involucrado en el mundo del cine-arte, pero finalmente quiere ser un empresario. el artista ya no existe hoy en CHINA. yo se los dije.

en MID51 accedimos a participar dentro de la muestra CONTEMPORAL como un acto filantrópico de CRUZ ROJA. el día de la inauguración en el OLIMPO, mucha gente me preguntó bueno y tú qué haces aquí, ¿no eres ese cabrón que nunca interviene en nada que no sean sus propios proyectos? digo, bueno, ¿y? normas propias—tú mismo las cambias.  

por eso tuvimos una participación—la más pequeña de todas—que, para mí, es el acto más importante, el más fuerte, el de más impacto dentro de la sociedad y el de mayor relevancia internacional. a no ser que todos sean unos sordomudos y ciegos.






la existencia del arte, en el fondo, tiene mérito no por el número de exposiciones o de libros que editas tú o te editan, ni por cuántas páginas webs tienes, o cuántos millones o docenas de entradas, sino por cuántos cientos, miles o millones de personas conectan al ver, escuchar y sensibilizarse con las ondas que emites.

y al conectar, ocurre el  arte. no la chorrada que puede hacer un niño o una niña de la ESAY o de la UADY o de la mejor escuela de BOSTON, NEW YORK, CINCINNATI o BEIJING en su mini maratón a su diploma. el arte ocurre en ese momento cuando el espectador intencional o casual capta, mastica o aspira con un popote, directo al intestino y a su cerebro.  

yo no fui a WOODSTOCK, y qué bien que no fui. con ese despelote de lluvia, lodo, cogedera, alcohol, pot, ruido y toda esa vaina. y he conocido mucha gente que es producto de esa generación y son enfermos hasta el sol de hoy. idiotizados, como aquellos seguidores de FORREST GUMP.  

se quedaron estupidizados en su manera de pensar, de vestir, de cortarse el pelo. eso de coger en el fucking lodo, bajo la lluvia, tiritando y demás chingaderas. no me jodas. son actos que demeritan el progreso y la fineza del desarrollo intelectual. no te rías, cabrón.  







el editor del libro chino me dijo: antes vendía 200 libros al día, ahora vendo 16 mil al mes. y la gente me los compra todos por WECHAT. ni sé quiénes son. solo ponen la orden, pagan, y se los mando. la mitad de ellos compran ejemplares para colocarlos en los libreros de sus casas. y los compran por metro.

hay muchísima gente en CHINA que tiene exceso de lana, juniors que se meten en apartamentos de millones y les queda dinero para comprar libros auténticos y buenos, sin saber, por metro lineal. el nuevo riquito de BEIJING acondiciona su piso millonario con libros que, seguramente, jamás leerá. ¿ves?, ya somos 2.  

y aquí está la moraleja de la historia, la parte filosófica. aunque la gente deje de leer, el libro, como objeto, se sigue vendiendo. es el símbolo de la cultura, aunque no consumas cultura. vale verga si lo lees o no: el libro no se va a poder matar nunca.  

es como el sexo. tú ahora pagas para que una tipa te la esté mamando por el monitor, con una cámara. pero la gente que tiene un poco de sensatez prefiere cogerse al torito o a la vaquita en vivo, no por internet, ¿me entiendes? el libro, aunque sea como decoración o símbolo de que no eres bruto, continuará.  





 
en junio del año pasado me invitaron para que escribiera un libro sobre mi puta vida. el clic del asunto era juntar vivencias generadoras de excitación mental. empecé a escribir 300 historias, y se las mandé al canguro—que conociste hace 5 años como JAMES pero ahora se autollama TRISTAN—a TAIWAN para que lo redujera sin piedad alguna y sin consultármelo.  

aún así, demasiado largo. y entonces le fui diciendo: corta, corta, corta. finalmente, el libro quedó con 256 páginas. el diseño gráfico parece una cosa de guerra, de mensajes secretos a los espías detrás del muro de BERLIN. es indescifrable, incluso para mí. el director de la editorial, revisando página por página en su iMac días antes de entregar el doc final a la imprenta, nos solicitó identificar cada imagen. rotundo no. not negotiable, my friend.

quería que fuera como un manual de espionaje o de combate. para qué te voy a enseñar quién soy. ¿para que me zampes una verga de acero inoxidable hecha en CHINA? son doce capítulos, que les llamamos chispas [sparks], y al final se incluyen un par de hojas rayadas como de cuaderno para que escribas.

descíframe tú eso, porque no se puede.



IMÁGENES: MID 51


octubre 14, 2016

expresionismo alemán_ideas radicales


A principios del siglo XX, el expresionismo alemán revirtió los valores de belleza clásica en una Europa de clima bélico y nihilista. Revisamos sus conceptos.

Nos ahogamos en ciertas imágenes. Nos aturde su claridad anticipadora. Fungen como presagios. La intuición pura de un instante proyecta la escena de un destino atroz. En ella, puede verse cautivo un siglo completo. El 3 de enero de 1889, Nietzsche abraza un caballo y abandona la cordura. Y no solo él. Freud publica La interpretación de los sueños en noviembre de 1899 y el subconsciente promueve una guerra mundial. Hacia 1893, cuando Edvard Munch pinta El grito a modo de exorcismo, la escena artística europea ya ha dejado atrás el canon de belleza clásico. No pasará mucho tiempo para que los integrantes del expresionismo alemán reciban el calificativo de artistas degenerados.

¿Pero en qué consiste esa degeneración? ¿Dónde se origina su actitud crítica contra el status quo? El irracionalismo nietzscheano es un poderoso detonante. Pero no debemos creer que todo inicia con el eterno retorno. Hay ideas previas, un esfuerzo a veces cínico de representar los túneles de la razón, de manifestar simpatía por el mito fáustico y los claroscuros góticos del alma. Y esto va más allá del rechazo al naturalismo y la oposición al modelo positivista de la realidad. El expresionismo formula una ética: si la realidad es deprimente, si abrazamos el caballo de la catástrofe, si nuestro espíritu bélico ha llegado demasiado lejos, entonces nuestro arte será monstruoso. Es una cuestión de principios.

En este sentido, la rebelión del expresionismo radica en combinar lo subjetivo y lo grotesco, que ahora hacen su entrada en escena con las montañas de cadáveres y ríos de putrefacción. Si antes de la Gran Guerra hubo un rechazo al realismo, y después una reformulación estética en la Nueva Objetividad, esto obedece a un mismo fenómeno: la representación de los infiernos debía cambiar, porque el hombre era también monstruoso por dentro. El nazismo, al mirarse en el espejo, descubriría una dualidad terrorífica. Sobre la naturaleza de estos monstruos—físicos y morales—, el cine de la época nos brinda lecciones maestras. Los hombres son autómatas que se destruyen a sí mismos. Y Nosferatu sonríe.

En las imágenes actuales para representar el mundo, parece haber un déjà vu matemático. El pronóstico del tiempo sigue siendo nublado y lluvioso, con posibilidades de tormenta inminente. La vigencia de artistas como Otto Dix no solo es precisa como un bisturí, sino angustiante y certera. Nuestros caligaris mediáticos controlan metrópolis donde la locura y la violencia intercambian mensajes instantáneos. Lo claustrofóbico se impone a gran escala. Las cruzadas terroristas engendran desastres globales. Un sueño que persiguió a Dix durante años era el de encontrarse perdido, bajo tierra, cavando túneles de forma infinita. Ciertas parábolas son, desde su génesis, una advertencia para la humanidad.

Publicado originalmente en FAHRENHEITº Urban n12 [13.10.2016] 


octubre 12, 2016

encuentro de escritores mayas



Una gran fiesta de la literatura en lengua maya peninsular, con invitados de Campeche, Quintana Roo y Yucatán.












Información: Centro Estatal de Bellas Artes / Yucatán