23.1.19

dark souls trilogy_fuego eterno


No temas a la oscuridad, amigo mío,
y que comience la fiesta.


Cenizas a las cenizas

La octava generación de consolas nos dejará un emotivo epílogo. La Dark Souls Trilogy arribó hace algún tiempo en Playstation 4 y Xbox One con una edición de 3 discos [Dark Souls Remastered, Dark Souls II: Scholar Of The First Sin & Dark Souls III: The Fire Fades, con todos los DLC incluidos] y es, hasta la fecha, la mejor manera de preservar dicho legado. Hidetaka Miyazaki concentra su genio en esta saga épica de dragones y reyes antiguos desarrollada por From Software. Vuelven los tiempos de oscuridad, confusión y melancolía. Ya puedes morir en paz, una y otra vez, por los siglos de los siglos.

La serie Souls posee una dificultad absurda y enloquecedora. Los tres títulos que componen este paquete se caracterizan por humillar al jugador hasta las lágrimas. Cada jefe final puede ser tan frustrante como un rechazo amoroso. En más de una ocasión, tu torpeza se traducirá en insultos, brotes hostiles contra el mando y pérdida de recursos vitales. Podrías pensar: Una vez que perfeccione mi técnica, aprenda los patrones y practique, mi confianza regresará. Pero no. Siempre habrá un peligro nuevo, una ingeniosa forma de morder el polvo, una carcajada en tu contra.

No obstante, la sensación de triunfo cuando derrotes a un enemigo será inmensa. A nivel orgánico, frente al monstruo, segregarás una cantidad enorme de adrenalina. Esa tensión se transformará en atrevimiento. Estás solo. Deberás protegerte. El acto mismo de medir fuerzas con engendros colosales y pocas opciones a tu favor tiene su lado heroico, terapéutico. Dark Souls sabe cómo premiar la paciencia y la fe perdida. Sin duda, es uno de los mejores videojuegos de rol; ha ido puliendo su gameplay hasta afilarlo. El eslogan Prepárate para morir no miente. Vas a sudar sangre.







Polvo al polvo

Incursioné en la saga hace ya varios años, en la época del PS3, y en su momento me pareció inhumana, difícil y traumática. Huí en la dirección contraria. Me arrepiento de ello. Fue hasta que jugué Bloodborne que comprendí la nobleza de Dark Souls, su alcance dentro de la industria. No solo por su evolución de un título a otro en el aspecto técnico, sino por el aprendizaje que envuelve atravesar estos reinos de ruina y soledad. Los elementos inmersivos que impregnan la atmósfera logran conectar con el espectador a nivel subcutáneo, donde las palabras desaparecen.

El apartado artístico, así como la impresionante banda sonora—que solo se activa durante los combates, con un torbellino de voces aciagas—, tienen la suficiente potencia para sacudir las fibras de un jugador sensible. Debemos decirlo: Dark Souls apela a un gamer maduro, que ha llegado lejos en sus búsquedas y sabe apreciar el frágil equilibrio entre la vida y la muerte. A fin de cuentas, la narrativa que subyace en la aventura tiene un carácter filosófico. Morir solo es el principio de algo más, de una tragedia mucho mayor, de escala cósmica. Somos nada: apenas polvo de cenizas en el fuego eterno.
Enciende la llama

El 16 de Noviembre de 2018, Hidetaka Miyazaki fue galardonado en Londres por su trayectoria profesional durante la entrega de los premios Golden Joystick Awards. Con lo anterior culmina una etapa, pues la saga Souls ha llegado a su fin, y se anuncia otra, en la que Sekiro: Shadows Die Twice—que sale a la venta el 22 de Marzo—mantiene la insignia en alto. Sería prematuro hablar de sucesores espirituales. Sin embargo, valdría la pena investigar porqué Miyazaki es hoy uno de los creativos más relevantes de los videojuegos, y cómo logró alcanzar el estatus de gurú en tan solo una década.