Mostrando las entradas con la etiqueta Dark Fantasy. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Dark Fantasy. Mostrar todas las entradas

enero 13, 2020

the witcher_la cacería apenas comienza


Exterminar monstruos a cambio de recompensas nunca será suficiente para quienes tienen un destino ya pactado.
 
Origen y destino 
The Witcher surge en 1993 como una saga literaria de Andrzej Sapkowski, y aunque ha quedado a la sombra de los videojuegos, sin duda es una propuesta sólida. El autor polaco logró construir un universo de fantasía tan vasto que incluso pudo expandirse a otros medios.

Para los gamers, Geralt de Rivia no necesita presentación. The Witcher III: Wild Hunt (2015) se convirtió en uno de los títulos más galardonados y consistentes dentro de los juegos de rol. La trilogía no solo puso en el mapa y demostró el talento que hay detrás de CD Projekt RED, sino que dejó en claro que en occidente se podían hacer RPGs de calidad que igualaran en mecánicas y narrativa a los estudios japoneses.

Ahora, el viaje del brujo cuenta con una adición destacada: la serie live action de Netflix. Si el material original ya era bueno, y los videojuegos nos enseñaron a los personajes más allá de las palabras, ¿cómo lograría la guionista Lauren Schmidt Hissrich poner un ladrillo más en la pared? Las cartas estaban sobre la mesa, pero creemos que lo consiguió de forma satisfactoria.
 

Intersecciones en el Continente
The Witcher (2019) nos narra las aventuras de Geralt de Rivia, un brujo que vive matando monstruos por quien le pague mejor en oro, comida, cerveza y mujeres. Interpretado de modo excepcional por el actor Henry Cavill, nuestro cazador es un sujeto áspero. Transmite miedo, respeto y cierto carisma a pesar de su apático comportamiento.  

Pero la historia no solo involucra al héroe más cínico del Continente. También se encarga de cubrir otras dos rutas, protagonizadas por Ciri, una misteriosa niña que debe escapar cuando su reino es atacado y que de alguna forma está conectada con Geralt; y Yeneffer, una hechicera con historia trágica de fondo, quien persigue ciertos intereses ocultos mediante el desarrollo de sus habilidades.

Con ocho episodios y líneas temporales diversas, la primera temporada oscila entre personajes que coinciden, colaboran y entablan poderosos vínculos, y serán arrastrados al clímax del final, donde los senderos terminan por cruzarse.


Atmósfera y carácter
Uno de los puntos fuertes de The Witcher es la construcción de atmósferas. Bosques medievales, bestias que asolan pequeños pueblos, campesinos desesperados, trovadores, magos, reyes y caballeros. A pesar de que la serie no innova demasiado en este rubro—perfeccionado en series como Vikingos o Game of Thrones—, al menos mantiene una disfrutable gama de escenarios.

Otro gran acierto son, sin duda, los personajes, desde los protagonistas como Geralt (Henry Cavill), Ciri (Freya Allan) o Yennefer (Anya Chalotra) hasta los secundarios como Jaskier (Joey Batey), Triss (Anna Shaffer) o la reina Calanthe (Jodhi May). Están bien caracterizados y pasan tiempo suficiente en pantalla para desarrollar sus propias historias, siempre ligadas al famoso brujo.

Evidentemente, los protagonistas consiguen un desarrollo argumental más amplio, e incluso un arco narrativo que se concluye durante la primera entrega, pero también se abren ramificaciones que nos llevarán, en su momento, a nuevos nudos. Geralt busca su origen mientras se ve involucrado en luchas políticas entre reinos, Yeneffer intenta demostrar su valía y hacerse un lugar en la trama, y Ciri vive una odisea tras fugarse de su reino natal bajo los estragos de la guerra.

En conclusión: Tanto si eres un fan que viene de los videojuegos, alguien que ha leído los libros o incluso un espectador casual, disfrutarás The Witcher. Quizá la narrativa no lineal podría parecer un problema, pero es lo suficientemente generosa como para seducirnos e invitarnos a establecer conexiones. Con dos temporadas más confirmadas, la aventura de Geralt está lejos de terminar.  





enero 23, 2019

dark souls trilogy_fuego eterno


No temas a la oscuridad, amigo mío,
y que comience la fiesta.


Cenizas a las cenizas 
La octava generación de consolas nos dejará un emotivo epílogo. La Dark Souls Trilogy arribó hace algún tiempo en Playstation 4 y Xbox One con una edición de 3 discos [Dark Souls Remastered, Dark Souls II: Scholar Of The First Sin & Dark Souls III: The Fire Fades, con todos los DLC incluidos] y es, hasta la fecha, la mejor manera de preservar dicho legado. Hidetaka Miyazaki concentra su genio en esta saga épica de dragones y reyes antiguos desarrollada por From Software. Vuelven los tiempos de oscuridad, confusión y melancolía. Ya puedes morir en paz, una y otra vez, por los siglos de los siglos.

La serie Souls posee una dificultad absurda y enloquecedora. Los tres títulos que componen este paquete se caracterizan por humillar al jugador hasta las lágrimas. Cada jefe final puede ser tan frustrante como un rechazo amoroso. En más de una ocasión, tu torpeza se traducirá en insultos, brotes hostiles contra el mando y pérdida de recursos vitales. Podrías pensar: Una vez que perfeccione mi técnica, aprenda los patrones y practique, mi confianza regresará. Pero no. Siempre habrá un peligro nuevo, una ingeniosa forma de morder el polvo, una carcajada en tu contra.

No obstante, la sensación de triunfo cuando derrotes a un enemigo será inmensa. A nivel orgánico, frente al monstruo, segregarás una cantidad enorme de adrenalina. Esa tensión se transformará en atrevimiento. Estás solo. Deberás protegerte. El acto mismo de medir fuerzas con engendros colosales y pocas opciones a tu favor tiene su lado heroico, terapéutico. Dark Souls sabe cómo premiar la paciencia y la fe perdida. Sin duda, es uno de los mejores videojuegos de rol; ha ido puliendo su gameplay hasta afilarlo. El eslogan Prepárate para morir no miente. Vas a sudar sangre.





Polvo al polvo 
Incursioné en la saga hace ya varios años, en la época del PS3, y en su momento me pareció inhumana, difícil y traumática. Huí en la dirección contraria. Me arrepiento de ello. Fue hasta que jugué Bloodborne que comprendí la nobleza de Dark Souls, su alcance dentro de la industria. No solo por su evolución de un título a otro en el aspecto técnico, sino por el aprendizaje que envuelve atravesar estos reinos de ruina y soledad. Los elementos inmersivos que impregnan la atmósfera logran conectar con el espectador a nivel subcutáneo, donde las palabras desaparecen.

El apartado artístico, así como la impresionante banda sonora—que solo se activa durante los combates, con un torbellino de voces aciagas—, tienen la suficiente potencia para sacudir las fibras de un jugador sensible. Debemos decirlo: Dark Souls apela a un gamer maduro, que ha llegado lejos en sus búsquedas y sabe apreciar el frágil equilibrio entre la vida y la muerte. A fin de cuentas, la narrativa que subyace en la aventura tiene un carácter filosófico. Morir solo es el principio de algo más, de una tragedia mucho mayor, de escala cósmica. Somos nada: apenas polvo de cenizas en el fuego eterno.

 

 

Enciende la llama 
El 16 de Noviembre de 2018, Hidetaka Miyazaki fue galardonado en Londres por su trayectoria profesional durante la entrega de los premios Golden Joystick Awards. Con lo anterior culmina una etapa, pues la saga Souls ha llegado a su fin, y se anuncia otra, en la que Sekiro: Shadows Die Twice—que sale a la venta el 22 de Marzo—mantiene la insignia en alto. Sería prematuro hablar de sucesores espirituales. Sin embargo, valdría la pena investigar porqué Miyazaki es hoy uno de los creativos más relevantes de los videojuegos, y cómo logró alcanzar el estatus de gurú en tan solo una década.