100 horas de diversión y claroscuros.
Compré The Legend Of Zelda Twilight Princess HD el día de su lanzamiento. Al principio me pareció un juego prometedor, de esos que no te dejan dormir, un antídoto contra el amanecer. Sin embargo, a medida que lo avanzaba, entendí que la trama y los personajes le añadían complejidad a las aventuras de Link y, en definitiva, el título merece algo más que una simple reseña.En sus días, esta entrega fue el puente entre el GameCube y el Wii. Sus gráficas forman parte de otra época, pues aunque lo han pulido bastante, es posible reconocer el paso del tiempo, ciertas imperfecciones en las texturas, un entorno gráfico limpio y austero. Eso no tiene nada que ver con su desempeño, pues corre a 1080p y 30fps, y para decirlo en pocas palabras: luce espectacular.La historia es una de las más oscuras de la saga, y ya desde el principio apunta hacia eso. Link, un joven aldeano que desempeña tareas menores en la villa de Ordon, entra en contacto con Midna, la reina del crepúsculo, quien le pide ayuda para reestablecer el equilibrio entre la oscuridad y la luz—que amenaza a Hyrule y pone en jaque la balanza cósmica.El anzuelo comercial de Twilight Princess—una figura amiibo Wolf Link—me subyugó desde que vi el trailer de lanzamiento. En realidad sirve para poco, pues únicamente activa un material extra (la Cueva de las Sombras) con varios niveles, y te permite acceder al menú en un pestañeo. La figura no obstante es una de las mejores reliquias que podrás conservar.
Las primeras horas de juego resultan algo monótonas. De pronto pareciera como si el tutorial se hubiera extendido demasiado. Surgen dudas. ¿A qué hora me transformo en lobo? ¿Cuándo me dan la espada maestra? Y luego, te atrapa. Sencillamente logra que se te olvide todo y quieras sumergirte más y más. Y es ahí donde radica el mérito de Nintendo, su magia, su absoluto encanto.No soy para nada un gamer experto, pues dejé los videojuegos durante un buen lapso de mi vida y apenas estoy poniéndome en forma. Demoré poco menos de 100 horas para concluir el itinerario. Dejé bastante contenido inédito, que en los próximos días completaré. Quiero regresar a los Bosques de Farone y bañarme en el manantial de nuevo, correr por el campo, ser feliz. Asignaturas pendientes.Vale la pena destacar el factor inmersivo de Twilight Princess y la excelente dirección de arte. Me pasó algo muy curioso, y que pocas veces consigo: me encariñé con los personajes. La historia puede darte más de una sorpresa, y seguro que terminarás amando a Midna. La música contextualiza los escenarios y las situaciones a buen ritmo. Es otro punto a favor.Deliciosamente nostálgica, esta odisea crepuscular podría motivar sensibles ensayos sobre los arquetipos. Si eres un melómano incurable vas a volver a las melodías, o más bien las tendrás en tu cabeza día y noche. La actualización de Tantalus Media para WiiU quedará como un bloque sólido en la mitología de Hyrule. Y antes de irme, lo recalco: tan guapa es Midna, que hasta Link enmudece.