29.6.17

neo noir imprescindible


Un género que se ha renovado desde la oscuridad.


En esta ocasión, reunimos a un puñado de cineastas cuyos filmes renuevan, transgreden y le dan un twist al neo noir, esa máquina infernal para crear historias tan sórdidas como entrañables.

1. Magical Girl (2014), segundo filme de Carlos Vermut, es un licuado de referencias que explotan de forma imprevista. Uno pensaría que auteurs procedentes del cómic difícilmente alcanzarían el nivel para lograr películas redondas, maduras. O quizá sí, tras un exhaustivo viacrucis filmográfico. En el caso de Vermut, las reglas parecen saltar por la ventana. Su excepcional manejo de la estructura narrativa, la intriga, el misterio y la manipulación emocional lo vuelven un enfant terrible. Minimalismo llevado hasta sus últimas consecuencias.

2. El hombre que nunca estuvo (2001), de los hermanos Coen, exhala ironía y clasicismo. La excelente fotografía en blanco y negro de Roger Deakins y un guión inteligente, con giros tragicómicos, nos introducen a la vida de un barbero impasible. Ed Crane (Billy Bob Thornton) decide chantajear a Big Dave (James Gandolfini), el amante de su esposa (Frances McDormand), para invertir dinero en un negocio de limpieza en seco. El curso de las cosas termina doblándose y adquiere un tono surrealista, con alusiones al surrealismo francés. Imperdible.

3. Drive (2011) y Sólo Dios Perdona (2013), de Nicolas Winding Refn, constituyen una muestra de cómo la forma y el fondo se muerden la cola para deleitar al ojo humano. Ambos filmes, que guardan semejanzas temáticas y estilísticas, actúan como detonadores de nuestra pólvora emocional. En ellos, la presencia de Ryan Gosling es parte indispensable de la fórmula mágica. El platillo incluye sangre, pasión, venganza, lugares exóticos, autos veloces y decadencia moral. Ingredientes básicos que todo buen film neo-noir debe incluir.



4. The Girl with the Dragon Tattoo (2011) y Perdida (2014), par de filmes dirigidos por David Fincher, apelan a la tradición del asesino misterioso. Al cineasta estadounidense le obsesiona el reverso del simulacro social, los rincones ocultos, el hallazgo de una verdad atroz que nos coloca entre la espada y la pared. Así lo hizo en Se7en (1995) y Zodiac (2007), ejercicios detectivescos que nos dejarán con la nuca fría. A través del neo-noir, puedes reflexionar sobre la condición humana, y las conclusiones nunca serán agradables.

5. Dark City (1998), relato de ciencia ficción que agravaría el insomnio de Philip K. Dick, posicionó a Alex Proyas en una categoría especial. Esto, sin duda, gracias al reducido éxito del filme en taquilla: el fracaso favorece. Acusado de asesinato, John Murdoch (Rufus Sewell) descubre que una raza de alienígenas identificada como los Ocultos manipula los recuerdos de la gente para sumirla en un sueño colectivo, un teatro del mundo. También veremos cantar a Jennifer Connelly en su papel de Emma, la esposa de Murdoch, que no es poca cosa.

6. Pese a que ningún inventario es representativo, podemos imaginar un género que en las últimas décadas se ha estilizado y trasformado desde la oscuridad. El ejemplo más brillante lo constituye Sin City (2005), perla negra cultivada por Robert Rodríguez & Frank Miller donde predominan personajes canallescos, venganzas sublimes y alto contraste. La adaptación del cómic a la gran pantalla te deslumbrará. Es tan fiel, precisa y violenta que enternece: la hicieron con amor. Y entonces, ¿apagamos la luz?




19.6.17

paraíso perdido_historias sin spoilers



Platicamos con James Nuño (Guadalajara, 1984), responsable de Relaciones Públicas y Prensa en Editorial Paraíso Perdido, y autor de la novela Los no muertos, publicada bajo este mismo sello en 2016.





PRESENTACIÓN
Recientemente, estuvimos en CDMX presentando Los demonios de la sangre, de Alejandro Paniagua. El evento estuvo muy bien: cumplió e incluso superó las expectativas. Por diversas circunstancias, la presentación del libro de Alejandro en CDMX se había pospuesto: ya lo habíamos presentado en Guadalajara, pero no una presentación oficial, por lo que de alguna manera era un evento que generó expectativa. Ahí estuvimos Rogelio Flores, autor que ganó el Lipp 2015, Juan Carlos Narváez Gutiérrez, autor e investigador, el actor Víctor Kruper, quien realizó una lectura dramatizada de algunos pasajes de la novela, Alejandro Paniagua y un servidor. Fue muy interesante porque cada uno de nosotros habló de la novela desde donde le tocó vivirla: como editor, como jurado del Premio Lipp (del cual obtuvo mención honorífica en 2016), como amigo y como lector. Además, el recinto estaba llenó, quizá al doble de su capacidad. Fue una gran noche.
 
CAMBIO DE IMAGEN
La renovación de la imagen ha tenido diversas implicaciones positivas. Aunque pueda sorprender, la editorial Paraíso Perdido cumplió 18 años de vida el año pasado. Sentimos, además, que la mayoría de edad requería de un cambio de imagen: una que reflejara el catálogo fresco y novedoso que nos identifica. Y aunque algunos lectores ya estaban familiarizados con nuestro logotipo anterior, esta nueva imagen ha llamado la atención, particularmente de un nuevo público, porque es, como bien lo dices, más limpia, más dinámica y moderna: así como nuestros libros.
 
LECTORES
Hemos aprendido lo necesario a través del tiempo para darnos una idea de cómo funciona el trinomio consumidor-producto-competencia; de ahí que poco a poco Paraíso Perdido esté llamando la atención de lectores, escritores y editores. Además, las redes sociales nos arrojan mucha información valiosa que, aunque fluctuante, nos da un norte de quiénes son aquellos que se interesan en nuestro proyecto. Aun así, seguimos en el camino aprendiendo y buscando nuevos lectores, así como mantener a los que ya nos siguen.
 
INDEPENDIENTE
Somos una editorial independiente o alternativa, lo que significa que no contamos con los recursos que tienen grandes corporativos transnacionales. Por lo tanto, debemos difundir nuestro trabajo y el de nuestros autores de boca-en-boca. Las redes sociales aportan muchísimo en este sentido, pues nos proveen de mayor celeridad y alcance. Además, en las redes sociales se puede jugar con los contenidos, utilizar otros lenguajes para enriquecer el mensaje y llamar más la atención. Un ejemplo de ello es la serie de videos denominada ¿Por qué escribes? en la que nuestros autores deben responder a esa pregunta en un minuto o menos; es una propuesta interesante y muy divertida porque los lectores pueden conocer más de cerca a nuestros autores, enriquecer la imagen que tenían de ellos y crear un vínculo más fuerte.



CONTEXTO
Me parece que existe una proyección muy fuerte de los escritores jóvenes, no solo de Guadalajara, sino de varias partes de la república. Creo que los actores del ambiente literario cada vez se toman más en serio su labor y esto se ve reflejado en su trabajo: publicaciones más o menos constantes, premios literarios, disciplina y compromiso con su trabajo y, algo que me parece destacable, percibo cierta camaradería entre ellos: hay una consciencia de que debe haber una suerte de comunidad, particularmente para aquellos escritores con talento que están labrando su camino.
 
DESAFÍOS
Los retos de una editorial independiente son, creo, los mismos a los que se enfrenta cualquier industria cultural, especialmente aquellas que no están en la CDMX; incluso, me atrevería decir que son los mismos a los que se enfrenta cualquier negocio mediano o pequeño: hay que competir con mucha gente que está en la misma carrera, con grandes ideas y muchas ganas de hacer las cosas. Pero también, gracias a esa diversidad, y a las facilidades que brinda la tecnología, es que uno tiene opciones para marcar sus diferencias y construir su identidad. Me parece que Paraíso Perdido poco a poco ha ido consolidando la propia, por lo que no dudo del crecimiento significativo en un futuro próximo.
 
NOVEDADES
El mes de mayo trajo las primeras novedades del año: El triunfo de la memoria de Abril Posas, un libro de cuentos esperado por muchos; Mitóxix. que muestra, en nuestra colección de libro ilustrado, el proceso de un colaboratorio poético entre autores y artistas de México y España, y Microcolapsos de Cecilia Eudave y Personas (in)deseables de Luis Martín Ulloa: dos libros de bolsillo con los que revivimos y estrenamos diseño de nuestra colección Biblioteca Instantánea. Para el resto del año tendremos varios estrenos de autores interesantes, como Rafael Villegas, Rodolfo JM, Daniel Espartaco Sánchez o Nadia Contreras, y autores nóveles como Daniel Centeno o Joaquín Peon Íñiguez, entre otros. Por eso es que los lectores deben estar muy atentos a las novedades que tendremos cada mes hasta finales del año.
 
AUTORES
Nuestro catálogo es variopinto: hay desde relatos urbanos, hasta fantásticos, pasando por la novela histórica, de aventuras y hasta la ciencia ficción. Sin duda, el hilo conductor son nuestros autores: jóvenes, emergEntes, contemporáneos, con una voz propia, temas y tratamientos actuales y propuestas literarias con las que podemos relacionarnos: son textos que, de entrada, nos gustan mucho a nosotros como lectores y como editores; son, pues, historias novedosas, que nos sorprenden, cuyo final aún no conocemos. Ya sabes, historias sin spoilers.



LOS NO MUERTOS
Soy un fanático del tema zombi desde que era adolescente, y sigo siéndolo a pesar del tratamiento burdo y simplista que el cine, la televisión y las novelas de moda le han dado en los últimos años.

En 2009, el brote de la influenza trajó consigo una paranoia colectiva que, para mí, era digna de una película de George Romero. Esto me hizo pensar que en la debacle apocalíptica, al menos en este país, nadie reaccionaría como héroe de película de acción. Muy por el contrario, la supervivencia sería más o menos como vivimos en la cotidianidad: burda, mezquina, cobarde, sin mucha idea del rumbo que hay que seguir. Así pues, me di a la tarea de escribir un relato basado en esta situación y que planteara la pregunta “¿cómo reaccionaríamos ante la amenaza de apocalipsis zombi?”; es decir, lo que hace diferente a esta novela es que lo que menos importa es el zombi. Es, de hecho, una historia de zombis sin zombis. Quería hacer algo que estuviera a medio camino entre el relato de terror relacionado con este monstruo y lo que pomposamente llaman literatura seria. Creo que el resultado ha sido satisfactorio y, por los comentarios que he recibido, es de alguna manera un testimonio de los problemas y preocupaciones de nuestra generación, si es que aún es válido el término.
 
CRÍTICA
Los tiempos que corren son volátiles. Existen muchas opciones, muchos medios, muchas maneras de hacerle llegar al público tu producto. En el caso de libros, como ya lo he dicho, las campañas de-boca-en-boca pueden llegar a ser más efectivas que una campaña millonaria. Sin embargo, la crítica en revistas o diarios sigue siendo necesaria particularmente para un público un poco más especializado o asiduo a las lecturas. Es decir, la crítica literaria ataca por otro frente muy específico.
 
DIAGNÓSTICO
Se dice que en México no se lee, pero en mi experiencia como profesor esto no es del todo cierto. Me explico: los jóvenes leen más que los adultos y, en la mayoría de ocasiones, lo hacen con gusto. Ellos buscan sus lecturas y, dependiendo de sus hallazgos, se relacionan con ellas y pueden llegar a convertirse en grandes lectores. Nuestra labor como escritores y editores es llevar a esos jóvenes historias con las cuáles puedan crear un vínculo; algo que la industria estadounidense ha sabido hacer bien. Para ello, es necesario sacarnos de la cabeza la idea de que uno tiene que leer para ser más culto, más inteligente, mejor persona. Eso llega después—si es que llega—. Lo primero es que se lea por puro placer.



Paraíso Perdido: Historias sin spoilers
Edición de textos / Christian Núñez
Imágenes / Paraíso Perdido

16.6.17

provocaciones frontales


La filmografía de Amat Escalante cultiva una misión fascinante: provocar emociones contradictorias en el espectador.

Sin ánimo de agotar sus múltiples interpretaciones y la polémica subyacente, la filmografía de Amat Escalante transita del horror cotidiano a la risa amarga, con la sensación de que México es una fábrica de surrealismo aún activa. Un espejo donde la fiesta trágica nos devuelve una calavera, los buenos momentos son el augurio de pérdidas irreparables y el desencanto generacional prevalece. ¿Qué diría Octavio Paz sobre la mirada cruel y purpúrea que nos propina el director mexicano, sin la menor sutileza? ¿O sobre la dimensión simbólico/mística que ha conseguido su discurso a través de los años? ¿Qué diría Monsiváis sobre los iconos populares trasnochados, la sumisión femenina y el machismo empedernido que forman la constelación desfigurada propuesta por Escalante? 

Se percibe una voluntad implacable de abrir las heridas más dolorosas del país: corrupción, autoritarismo, violencia de género, narcotráfico, disfuncionalidad familiar. Y también, servirnos un banquete de historias insólitas hasta volverlas situaciones límite traumáticas, recuperar figuras marginales mediante actores no profesionales, apelar a un lenguaje crudo, sin retórica, a punta de escopetazos. Es lo que se observa en Los bastardos (2008), que une las miserias de dos inmigrantes con un incidente en el interior de un hogar estadounidense. Y en Sangre (2005), que se desmarca de los cánones comerciales para mostrar la apatía de un vigilante pusilánime involucrado en la muerte de su propia hija adolescente, producto de un divorcio.

 
Las raíces fílmicas de Amat son notorias. De Carlos Reygadas le viene la austeridad formal y la actitud de resistencia; de Michael Haneke, el análisis sociológico virulento; de Luis Buñuel, la honda simpatía por los humildes y desprotegidos. Lo mismo habla de prostitución, como en Esclava (2014), que de un sacerdote enfrentándose al cambio civilizatorio—El cura Nicolás Colgado (2010). Remite a ciertos directores que confrontan a su público, como Ulrich Seidl o Thomas Vinterberg. Y lleva su lenguaje a niveles de subversión verdaderamente sublimes. No faltó quien calificara Heli (2013) como traición a la patria. Es entonces cuando entendemos que la escena frontal de unos genitales ardiendo ofende más que la crisis del México reciente.

A modo de epílogo: En septiembre de 2016, durante el Festival de Cine de Venecia, Escalante recibió el León de Plata como mejor director por La región salvaje, una exploración del deseo que rinde homenaje a La posesión de Andrzej Zulawski. La cinta, que ha suscitado tanto elogios como juicios flamígeros, promete causar más de un disgusto. De hecho, ya lo está logrando.
 


8.6.17

distopías cinéfilas


Esta historia continuará.
 
1. Las distopías de hoy se plantean en términos de control poblacional mediante nuevas tecnologías, la trinidad robots/androides/humanos, el agotamiento o suministro fascista de recursos terrestres, invasión de nuevos planetas y un clima de menopausia social que funciona como burbuja dramática.

2. El cine distópico reúne dentro de sus historias uno o más factores. Cada director amplía su marco de acción hasta donde la creatividad, el presupuesto y el ingenio lo permiten. No faltan las producciones basadas en libros. Porque, de hecho, la narrativa es el jardín botánico de los bonsáis distópicos.

3. Antropófagos e infectados: La carretera (John Hillcoat, 2009) se basa en la novela homónima de Cormac McCarthy, ganadora del Premio Pulitzer 2007. El videojuego The Last Of Us (2013), del estudio Naughty Dog, también se inspira en esta historia. Y la película Maggie (2015) es un trasunto de la misma trama.

4. Catástrofes planetarias: En Snowpiercer (Bong Joon-ho, 2013), un tren transcontinental divide a los únicos sobrevivientes de una glaciación en dos únicas clases sociales. Elysium (Neill Blomkamp, 2013) plantea un futuro donde los ricos habitan un paraíso espacial apartados de la miseria y anarquía de la Tierra.

5. Infiernos sociales: Ya sea por control poblacional y aplanamiento de las emociones, como en Equals (Drake Doremus, 2015) o por el fanatismo genético hacia las enfermedades de los famosos—el caso de Antiviral (Brandon Cronenberg, 2012)—, los seres humanos somos máquinas de infelicidad infinita.



6. Anarquismo contra el sistema: Desde películas como V de Vendetta (James McTeigue, 2005) hasta series como Mr. Robot (2016/2016), de Sam Esmail, pasando por blockbusters del tipo Mad Max: Furia en el camino (George Miller, 2015), la rebeldía siempre ha sido bien vista dentro de las tramas distópicas.

7. Depresión galáctica y clones: Basada en la novela homónima de Kazuo Ishiguro, Nunca me abandones (Mark Romanek, 2010) narra la historia de un par de chicos creados genéticamente para donar sus órganos. Melancholia (Lars von Trier, 2011) explora el lado más depresivo y bipolar de una colisión interplanetaria.

8. Animé desalmado: Mención aparte merecen piezas maestras del animé que no debes perderte. La saga Ghost in the Shell, originalmente lanzada en manga por Masumune Shirow en 1989, es referencia obligada. Lo mismo que Evangelion, la obra maestra de Hideaki Anno, saturada de sangre, culpa y misticismo.

9. La distopía nace como una observación pesimista frente al estado actual de cosas. Sobrevuela más allá del espacio y el tiempo. Recurre a lo ficticio para desnudar verdades incómodas. La burbuja de lo real estalla: creemos percibir qué hay del otro lado. A su modo, es ingenua. Predica que el cambio está por venir.

10. Paradójicamente, es el desfase entre la esperanza futura y la desesperanza presente lo que anima una buena parte del sistema de creencias distópico. La maquinaria idealista nos reclama altas dosis de fe; somos una raza testaruda. Del caos surge nuestro heroísmo, y viceversa. Como en la saga de Alien: lo distópico está en nosotros.



7.6.17

¿el retorno de la sensibilidad camp?


Al parecer, las relaciones entre el camp y la cultura de masas se han estrechado.


La culpa de todo la tiene Platón, quien desde sus Diálogos ya establecía una clara dicotomía entre original y copia, bello/sublime y feo/deforme. Y quien, a fin de cuentas, planteaba ya en sus escritos un odio acérrimo contra los sofistas griegos: esos creativos publicistas de la palabra que defendían la relatividad de las categorías, costumbres y estéticas imperantes. La sensibilidad camp se opone, como ustedes imaginarán, al elitismo del arte refinado. Postula una guerra de clases, una línea divisoria, una trinchera que defiende la exageración, lo artificial y el sentimiento de ternura fallida. Lo cursi, pues. Si Sontag era una intelectual confiable o no, si defendía subrepticiamente los valores de la alta cultura, si se deleitaba en el tufo camp que desprendían sus mejores expresiones—eso, amigos, es tema de otro cuento.

Juan Gabriel, quien a raíz de su muerte reavivó una polémica en torno a su estilo de composición, a sus aleteos barrocos y a la exageración engolosinada de sus estribillos, es un ícono dispuesto para el tema. «Muchos ejemplos de camp lo constituyen cosas que, desde un punto de vista serio, son mal arte o kitsch.» En esta frase de Sontag se sintetiza la esencia del estilo que Juanga ostentaba y presumía: el amor a lo exuberante, la búsqueda de lo sublime artificioso, cohetes y trompetas incluidas. José Amícola lo acota de modo distinto: «El camp nace como un guiño al ghetto homosexual que aúna la parodia de la idea de lo femenino según aparece en la mente masculina, con la entronización de un gusto nostálgico del pasado (en busca de la imagen de la Madre).» ¿Y acaso la canción Amor eterno, del Divo de Juárez, no es justamente eso?


Ahora que la androginia se impone y la lucha por la diversidad sexual funciona como slogan guerrillero, revisar el camp no es tan mala idea. Desde El lago de los cisnes de Tchaikovski hasta El beso de la mujer araña de Manuel Puig, pasando por la histeria performática de Lady Gaga o los encendidos ensayos de Bruce Labruce y la filmografía de John Waters, las expresiones de lo camp demuestran que la alta cultura no posee el monopolio del refinamiento. Eso por un lado, ya que el desgaste del canon clásico engendró un álbum de postales infinitas. Casi podríamos afirmar, parafraseando a Wittgenstein, que los límites de mi mal gusto son los límites de mi estética. Gracias al camp (y a su primito provinciano, el kitsch), la oferta cultural se diversifica, surge una apreciación irónica de la vida cotidiana y fenómenos residuales como el de Valeria Lukyanova—alias la Barbie de carne y hueso—desvanecen la delgada línea rosa entre original y copia, como dijera Platón.

Y eso, francamente, ¿a quién podría hacerle daño? 



4.6.17

the future is female_entrevista con mónica ae


Mónica Álvarez Enríquez (Ciudad de México, 1983) nos comparte sus ideas visuales.


ARTE POP
Definitivamente, mi infancia en la casa familiar tuvo mucho que ver con el pop. Crecí en un espacio lleno de gente que amaba la música, los libros, el arte en general. Mis tíos eran muy jóvenes cuando yo nací y uno de mis primeros regalos fue el vinil de Space Oddity de David Bowie. Escuchaba a los Beatles, The Who, Pink Floyd, ELO, Bach, Mozart, Chopin, Satie. Y me parecía muy normal sentarme por horas a escuchar música mientras dibujaba, cuando solo tenía 6 o 7 años. Mi mamá me dejaba leer lo que quisiera y los libros para mí siempre fueron como dulces, entonces creo que entre toda la música y todas las letras surgió mi gusto por un arte popular, que lo abarcara todo, donde no hubiera límites para mi creatividad.


LIBERTAD
En el pop encuentro libertad de creación. Puedo hacer lo que yo desee, es mi Universo y puedo pintar un muñeco de anime junto a un personaje de El Greco. Puedo usar los colores más brillantes, romper las reglas usando diamantina o cualquier otro material.


TEMÁTICAS Y SERIES
He experimentado mucho, me parece. Justo hace poco renovaba mi sitio web y al ver fotos del desarrollo de mi obra, pensaba: Ha sido un largo camino. Uno muy divertido, muy gozoso, de mucho aprendizaje. Yo comencé centrándome en el objeto, hice series de dulces, juguetes mexicanos, autos, bolsas, comida, caricaturas—también trabajé un poco de street art. Y te diré algo: tardé mucho en abordar la figura humana, porque no sabía cómo hacerlo. Es decir, cómo abordarla desde mi técnica, desde mi estilo. Había pasado tanto tiempo concentrada en objetos inanimados, que volver a pintar vida me parecía un reto.

Empecé sutilmente haciendo una serie de reinterpretaciones de piezas clásicas de la pintura, en las que no había pierde, ya estaban hechas y yo solo debía hacerlas a mi modo. Luego hice algunas piezas de tarot, que igual incluían seres humanos pero como en segundo plano. Trabajé una pequeña serie erótica que también era un acercamiento con una nueva forma de pintar, pero aún muy reservada. Así estuve trabajando por un año y medio, más o menos, hasta que comencé a hacer retratos y creo que ese fue el principio real de este nuevo proceso creativo. Decidí abordar lo que siempre había querido, que era la figura humana y ahora estoy en ello, aprendiendo y disfrutando.


RASGOS ESTILÍSTICOS
Empleo colores sólidos y brillantes, nunca difumino. De alguna manera me parece que le da un aspecto limpio a la imagen.


ÍCONOS Y SÍMBOLOS
Para mí son un tema más que se puede explorar de forma plástica. En ocasiones, algunas series salen de un ejercicio pictórico, por ejemplo la de las caricaturas. Comencé un día pintando una y terminé haciendo más de 40 piezas, pero sin ir más allá de la pura imagen. O también puede ocurrir que una primera pintura me vaya llevando y entre los dos acabemos contando una historia sumamente interesante, llena de alegorías. Depende de muchos factores. Y el que haya siempre un acento irónico, pues creo que tiene que ver con mi personalidad, que siempre busca lo gracioso en cada situación.






REACCIONES
La respuesta del público ha sido muy buena siempre. Creo que en el medio de las artes hay espacio para todos y siempre habrá alguien que estará esperando un nuevo cuadro tuyo. Si alguien pintó algo es porque otra persona en algún lugar del mundo lo quiere. Eso creo. Las redes sociales definitivamente son grandes aliadas para difundir mi trabajo. He encontrado un espacio de exposición muy amable en Instagram, un poco más censurado en Facebook, de hecho por medio de Twitter me han contactado para trabajos de animación y publicaciones en revistas culturales. Aunque creo que el mejor escaparate es un sitio web de cabecera, ahí no hay censura y puedo estar en contacto con compradores y galeristas.


WORK IN PROGRESS
Ahora estoy trabajando en dos series paralelas. La búsqueda se centra en un personaje femenino al que no le vemos la cara, ya que nos está mostrando diferentes cosas a través de sus ojos. La segunda, que no tiene nombre aún, se enfoca en diferentes pasajes bíblicos, modernizando a los personajes y haciéndolos quizás más accesibles al público joven. Ambas series serán expuestas este año.


IDEA VISUAL
Sin duda, creo que el pop es una herramienta para reflexionar sobre el mundo. Al menos en mi trabajo actual, quiero que no sea solo una imagen bonita, sino una idea visual que al espectador le mueva a preguntarse cosas. En general, el arte pop va mucho hacia esto, hacia confundir al que mira, porque hay capas en él. Hay una capa de belleza hasta arriba, otra capa de incógnita abajo, luego una de duda, etc. Es muy interesante y mucho más profundo de lo que las personas piensan. Quizás sea igual de conceptual, solo que visualmente se puede entender.


PINTAR
Tienen que hacerlo, tienen que lanzarse, es algo que ocurre una vez en la vida. Es una actividad que te consume al máximo, es muy solitaria. No siempre es placentera, no pintamos para quitarnos el estrés. Quien pinta lo hace como un medio de expresión de sus ideas, de sus vivencias. Es un trabajo muy duro. Pero es bello, Porque no hay nada en este mundo que se compare a la sensación de terminar un cuadro de 150 x 150 cm y mirarlo, y no entender cómo lo hiciste. Y querer hacer otro nuevo de inmediato. Es increíble. Pintar.



THE FUTURE IS FEMALE
Edición de textos: Christian Núñez
Imágenes: Mónica AE
La resurrección/The resurrection (2017), Acrílico s/lienzo, 150 x 130 cm
La anunciación/The Annunciation (2017), Acrílico s/lienzo, 150 x 130 cm
Van Life (2017), Acrílico s/lienzo, 45 x 45 cm,
La casa oculta (2017), Acrílico s/triplay y bastidor, 45 x 45 cm
El callejón desconocido (2017), Acrílico s/triplay y bastidor, 45 x 45 cm


1.6.17

bulldozer + geografías de la memoria


Ángel Hernández presenta dos proyectos en torno a la guerra y la memoria colectiva.

BULLDOZER
rida, Capital Americana de la Cultura 2017 + la Escuela Superior de Artes de Yucatán presentan Bulldozer, un proyecto de intervención basado en el estudio de la destrucción/reconstrucción de las ciudades a partir del impacto de la guerra y las crisis sociales.

Se trata de un dispositivo escénico de investigación y tratamiento del espacio urbano en demolición a partir de una plataforma crítica asociada a los períodos de la guerra generacional en la franja de Gaza. Un interrogatorio continuo entre la destrucción/reconstrucción de las sociedades contemporáneas y el salvajismo de una era basada en el placer del exterminio. Las funciones son los días 2 y 3 de junio a las 20:00 horas en el foro de video de la ESAY-TRENES. La entrada es libre.
 
GEOGRAFÍAS DE LA MEMORIA
Por otra parte, el reconocido dramaturgo Ángel Hernández, director del proyecto, ofrece de manera gratuita el laboratorio de creación Geografías de la memoria enfocado a la composición de piezas dramatúrgicas relacionadas con la memoria de los acontecimientos sociales de los últimos años en México, con el fin de crear una cartografía basada en procesos de investigación y creación múltiple a partir de la dramaturgia como horizonte de significación y terreno vivo de acción para la escena contemporánea en México.

Tendrá lugar en el foro de video de la ESAY-TRENES el domingo 4 de junio de las 9:00 a las 14:00 hrs. Podrán participar dramaturgos, actores, artistas sonoros, directores de escena, artistas visuales y demás creativos dedicados a las artes escénicas. La entrada es libre. Inscripciones al correo electrónico murmurante.teatro@gmail.com y en Facebook en inbox con Ariadna Medina.
 
ASALTO TEATRO
Es un colectivo escénico independiente fundado en Tampico, Tamaulipas en 1997. Su director, Ángel Hernández, es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte del FONCA y su proyecto de largo aliento Teatro para el Fin del Mundo cobra especial relevancia y actualidad, ya que propone un programa continuo de intervención y ocupación de espacios en ruina marcados por contextos de violencia. Desde la muy violentada geografía urbana tamaulipeca, Teatro para el Fin del Mundo ha extendido su influencia hacia otras latitudes como Vietnam, Camboya, Marruecos, Bosnia y Herzegovina, Japón, la Franja de Gaza, Ucrania, Grecia, Polonia, La India, Afganistán, Kosovo, Turquía y México. La obra dramatúrgica de Ángel Hernández le ha merecido, además, un amplio reconocimiento de la crítica y se ha hecho acreedor a los premios nacionales Tejeda de Tamez y Víctor Hugo Rascón Banda, así como a los premios del jurado y del público del Festival alemán Heidelberg Stuckemart.



Texto + imágenes:
Mérida Capital Americana de la Cultura 2017 & ESAY