HUIDOBRO: Esperar en silencio
Nacido en Chile en 1893, Vicente Huidobro se conviritió en uno de los mayores poetas de Hispanoamérica en la primera mitad del siglo XX; Altazor o el viaje en paracaídas lo constata. Sus hijos escribieron cuando él murió un hermoso epílogo: «Aquí yace el poeta Vicente Huidobro / Abrid la tumba / Al fondo de esta tumba se ve el mar.» El texto siguiente lo atesoro desde los 17 años gracias a un hallazgo fortuito; enseguida me cautivó la extrañeza del lenguaje, muy vanguardista, entre bíblico y botánico. Además del conocido verso «El poeta es un pequeño Dios», Huidobro resumió su estética en el diario El Mercurio, de Santiago, el 31 de agosto de 1919: «Queremos hacer un arte que no imite ni traduzca la realidad; deseamos elaborar un poema que tornando de la vida sólo lo esencial, aquello de que no podemos prescindir, nos presente un conjunto lírico independiente que desprenda como resultado una emoción poética pura. Nuestra divisa fue un grito de guerra contra la anécdota y la descripción, esos dos elementos extraños a toda poesía pura y que durante tantos siglos han mantenido el poema atado a la tierra. En mi modo de ver, el "creacionismo" es la poesía misma; algo que no tiene por finalidad, ni narrar ni describir las cosas de la vida, sino hacer una totalidad lírica independiente en absoluto. Es decir, ella misma es su propia finalidad. En general, los poetas de todas las épocas han hecho imitaciones o interpretaciones más o menos fieles de la vida real. Yo creo, y esto es fácil concederlo, que una obra de arte mientras mejor imitada o interpretada esté será menos creada.» ¿Qué opinan, señores?–Christian Núñez
LA POESÍA ES UN ATENTADO CELESTE
Yo estoy ausente, pero en el fondo de esta ausenciaHay la espera de mí mismoY esta espera es otro modo de presenciaLa espera de mi retornoYo estoy en otros objetosAndo de viaje dando un poco de mi vidaA ciertos árboles y a ciertas piedrasQue me han esperado muchos años.Se cansaron de esperarme y se sentaron.Yo no estoy y estoyEstoy ausente y estoy presente en estado de esperaEllos querrían mi lenguaje para expresarseY yo querría el de ellos para expresarlosHe aquí el equívoco, el atroz equívoco.Angustioso lamentableMe voy adentrando en estas plantasVoy dejando mis ropasSe me van cayendo las carnesY mi esqueleto se va revistiendo de cortezas.Me estoy haciendo árbol. Cuántas veces me he ido convirtiendo en otras cosas…Es doloroso y lleno de ternura.Podría dar un grito pero se espantaría la transubstanciaciónHay que guardar silencio. Esperar en silencio.